El Banco de España daba a conocer el pasado jueves el dato de deuda pública en el segundo trimestre del presente año, alcanzando el 100,5% del PIB, el nivel más alto desde 1910. Las críticas políticas no tardaron en llegar, pero lo curioso es que algunos siguen achacando el brutal aumento de la deuda durante la crisis al rescate público de las cajas de ahorros.
Sin embargo, este mismo jueves, el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, daba una imagen bien distinta sobre los graves problemas presupuestarios de España en el Colegio de Economistas de Madrid. Así, la subida de 65 puntos del PIB que ha registrado la deuda, equivalente a cerca de 700.000 millones de euros, desde el 35,5% de 2007 hasta el actual 100,5%, se divide en cinco apartados.
El primero y más abultado lo compone la debilidad estructural de las cuentas públicas. Es decir, la recaudación extraordinaria que era fruto de la burbuja inmobiliaria desapareció a partir de 2007, tras el pinchazo, y puesto que el gasto público siguió creciendo, el déficit se disparó. Este factor elevó la deuda en25 puntos porcentuales, algo más de 250.000 millones de euros.
El segundo elemento es la influencia del ciclo económico, es decir, el incremento del gasto y la caída de la recaudación derivada de la caída en la recesión, que la AIReF cifra en otros 21 puntos de aumento de la deuda. El tercero lo compone la propia dinámica de la deuda (pago de intereses que, a su vez, generan más deuda), que sumó otros8 puntos. A continuación, está el rescate de las cajas, cuyo coste ha incrementado la deuda publica en 7 puntos, un 11% del incremento total durante la crisis. Y, por ultimo, está el coste que ha supuesto a España la participación en el rescate de otros países del euro, explicando así los 4 puntos restantes.
Por otro lado, además de desmontar este extendido mito, Escrivá ofreció varios datos importantes para el debate sobre la futura evolución de la deuda y el déficit. Uno de ellos fue la estimación de un déficit estructural -descontando el pago de intereses y el impacto de la coyuntura económica- del 2,5% del PIB en 2019 si no se adoptan más medidas de ajuste. De este 2,5%, más de la mitad (1,5%) correspondería al déficit de la Seguridad Social. Además, advirtió de que, al ritmo actual, el Fondo de la Seguridad Social se agotaría a finales del 2017.
Igualmente, alertó sobre las graves repercusiones a nivel europeo que podrían suceder si España persiste en incumplir los objetivos de déficit comprometidos con Bruselas, como la famosa multa del 0,2% más la décima parte de la desviación presupuestaria registrada que podría acaban imponiendo la Comisión Europea.
Y es que, dentro del proceso de consolidación fiscal se distinguen dos etapas: la primera, desde 2010 a 2013, en donde las medidas para reducir el déficit fueron considerables; y una segunda, los dos últimos años, donde dicho esfuerzo ha sido mucho más tenue, ya que el Gobierno se limitó a esperar que la reducción del déficit se produjese de forma automática gracias a la recuperación económica y el actual contexto de bajos tipos de interés.
Por último, el máximo responsable de la AIReF también destacó la importancia de la Regla de Gasto como un elemento central para la sostenibilidad futura de las cuentas públicas, algo que ha sido puesto en cuestión recientemente por parte del Ayuntamiento de Madrid.
Además, según las estimaciones de la AIReF, de haberse aplicado la Regla de Gasto con anterioridad durante los años de la burbuja inmobiliaria, período en el que se disparó el gasto público, este incremento se habría visto considerablemente limitado, con lo que también el nivel de deuda publica sería hoy considerablemente inferior al actual, próximo al 60% del PIB.
Así pues, es evidente que aquellos que sitúan las políticas de austeridad y el rescate a las cajas de ahorro como principales causantes del aumento de la deuda fallan por completo el tiro, cayendo además en una clara incoherencia al criticar el progresivo aumento de esta deuda durante la crisis y a su vez algunos de los mecanismos más útiles para reducirla, tales como la citada Regla de Gasto.