La ciudad de Macao es uno de los pocos territorios chinos en el que el juego está permitido. Tras la llegada del presidente Xi Jinping, se han acumulado 23 meses consecutivos de caídas en el sector. Una situación complicada dado que esta industria, que generó 45.000 millones de dólares en 2013, (siete veces más que Las Vegas), es el motor de la economía de Macao.
La campaña anticorrupción del nuevo gobierno ha sido todo un éxito pero, a la vez, ha sido un duro golpe para las economías que, como Macao, dependen de sectores en los que la corrupción es habitual. Los ingresos por el juego han crecido un 1,1% este mes de agosto respecto al mismo mes de hace un año, lo que ha provocado una subida en bolsa de las empresas del sector que cotizan en la bolsa de Hong Kong, como Wynn Macai, Sands China, Galaxy y SJM Holdings con subidas de entre el 6 y el 8%, al cierre del mercado.
Las ganancias de juego en Macao cayeron un 34% el año pasado, según datos oficiales del gobierno, lo que se tradujo en una contracción de su economía en un 20%. Alrededor de un 60% de la economía de Macao depende de la industria de los casinos, y el 11% restante de tiendas, hoteles y restaurantes, según afirma Ricardo Siu, profesor de economía de la Universidad de Macao, a CNNMoney.
Durante estos años, los jugadores VIP se han alejado de Macao, pero se espera que el número medio de jugadores crezca durante los próximos meses. Además, durante este año habrá nuevas aperturas como el nuevo casino de Wynn, que ha invertido 5.000 millones en un nuevo proyecto, y The Parisian Macao, un nuevo hotel en el que Sands China ha invertido 2.700 millones de dólares.
En lo que llevamos de año, las ganancias del sector son un 9,1% más bajas si las comparamos con el mismo período de 2015 y los casinos y hoteles están probando nuevas fórmulas para poder aumentar los beneficios.