Organizar los Juegos Olímpicos no es nada barato y, según un estudio, el gasto ha ido in crescendo. Los Juegos Olímpicos de verano tienen un coste medio de 5.200 millones de dólares, frente a los Juegos Olímpicos de invierno, cuyo coste se reduce a 3.100 millones. Estos datos, publicados por la Universidad de Oxford, solo contemplan el coste de los deportes, sin incluir gastos de transporte ni de infraestructuras.
El informe señala que, desde los juegos de 1960, el coste de algunas ediciones ha crecido en más de un 100%. Por ejemplo, el coste de los Juegos de Montreal 1976 creció un 720%; el de los Juegos de Barcelona 1992, un 266%; y el de los Juegos de invierno de Lake Placid 1980, un 324%.
Londres 2012, son los Juegos Olímpicos de verano más caros hasta la fecha. El coste alcanza los 15.000 millones de dólares, 10.000 millones por encima de la media. Una cifra con la que ha desbancado a la segunda posición a los de Barcelona, donde se dispensaron 9.700 millones de dólares.
Pero, sin duda, son los Juegos Olímpicos Sochi 2014, temporada de invierno, los que se alzan con el título de los más caros de la historia, llegando a la increíble cifra de 21.900 millones de dólares.
Por otro lado, los Juegos de Tokio 1964 son los más baratos de verano, con un gasto de 282 millones de dólares. En el caso de los Olímpicos de Invierno, los que se celebraron en Innsbruck tuvieron un coste de 22 millones de dólares.
A pesar de estos niveles de gasto tan elevados, la factura de los Juegos Olímpicos no siempre han crecido tanto de una edición a otra. Entre los Juegos de Grenoble 1968 y los de Nagano 1998, el coste aumentó un 230% de media, pero, desde que empezara el nuevo milenio, el coste medio ha crecido un 75%, destacando la subida del 2% de los Juegos de Beijing.
¿Qué pasa con Río?
La estimación del coste de los Juegos Olímpicos de Río 2016 se ha extraído de un proyecto elaborado el pasado mes de enero. Los autores estimaron el coste en 4.600 millones de dólares y reflejaron su intención de volver a la senda del coste medio y de no repetir las cifras astronómicas de los Juegos de Londres 2012 y Sochi 2014.
Si se tienen en cuenta todos los gastos de los Juegos Olímpicos Río 2016, incluyendo infraestructura y transporte, la cifra asciende a 12.000 millones de dólares. Si el presupuesto de Brasil es de 631.000 millones de dólares, el Gobierno gastará un 0,72% en los Juegos Olímpicos de Río 2016, teniendo en cuenta el gasto en deportes. Un gasto que, según la Cámara de Comercio de Brasil, no beneficiará a las economías locales y sí a los que hayan firmado contratos lucrativos con el Gobierno, según el informe.