El Gobierno de Japón, liderado por el primer ministro, Shinzo Abe, ha aprobado este martes un ambicioso plan de estímulo económico por un montante de 28,1 billones de yenes (246.770 millones de euros al cambio actual) con el objetivo de impulsar la demanda, eludir la deflación y mitigar el impacto del 'Brexit' con inversiones en nuevas infraestructuras y medidas para facilitar la conciliación laboral y paliar el efecto del envejecimiento.
De este importe, no obstante, únicamente 13,5 billones de yenes (118.556 millones de euros) corresponderán a medidas fiscales, incluyendo 7,5 billones de yenes (65.864 millones) en inversiones directas durante los dos próximos años, lo que supondrá una nueva partida presupuestaria de gasto de más de 4 billones de yenes (35.126 millones de euros). Otros 6 billones de yenes (52.691 millones de euros) serán puestos a disposición mediante el programa estatal de préstamos a bajo coste y subvenciones.
En concreto, el nuevo paquete de estímulo diseñado por el Gobierno de Japón se reparte medidas para afrontar los desafíos demográficos del país e impulsar la actividad, con una dotación de 3,4 billones de yenes (29.858 millones de euros).
Asimismo, el Gobierno destinará 6,2 billones de yenes (54.448 millones de euros) al desarrollo de infraestructuras, así como 1,3 billones de yenes (11.416 millones de euros) a instrumentos para mitigar el impacto del 'Brexit' en las empresas japonesas y otros 2,7 billones de yenes (23.706 millones de euros) para afrontar los efectos de desastres naturales.
El Gobierno japonés confía en que la aplicación de este nuevo programa de estímulo contribuirá a elevar el crecimiento del PIB de Japón en 1,3 puntos porcentuales en el curso de los dos próximos años. "No sólo estimular la demanda privada, sino buscamos un crecimiento económico sostenible liderado por la demanda privada y garantizar la creación de una sociedad en la que todos puedan desempeñar papeles activos", defendió Abe en la presentación del nuevo programa de estímulos, según declaraciones recogidas por la agencia japonesa Kyodo.
Este nuevo programa de estímulo será remitido el próximo mes de septiembre para su votación en una sesión extraordinaria del Parlamento, donde también se deliberará sobre la propuesta del Ejecutivo para retrasar a octubre de 2019 la subida del IVA, prevista para abril de 2017.
La decisión del Gobierno se suma así al anuncio la semana pasada del Banco de Japón de la ampliación de sus medidas de estímulo cuantitativo, incluyendo un aumento de sus compras de ETFs (Fondo negociables en el mercado), desde un ritmo anual de 3,3 billones de yenes (28.656 millones de euros) a 6 billones de yenes (52.102 millones de euros).
Así como un incremento del tamaño de su programa de préstamos para apoyo al crecimiento en dólares estadounidenses desde los 12.000 millones de dólares (10.818 millones de euros) hasta los 24.000 millones de dólares (21.636 millones de euros).