La economía española creció un 0,7% en el segundo trimestre, en línea con lo esperado por el Banco de España y otros organismos y entidades, según el avance de datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este crecimiento del 0,7% es una décima inferior a los registrados en los tres trimestres previos (tercer y cuarto trimestre de 2015 y primer trimestre de 2016) y se sitúa dos décimas por debajo del 1% conseguido entre abril y junio de 2015, hasta ahora el ritmo trimestral de avance más elevado desde que la economía española inició la recuperación.
La tasa interanual del PIB, por su parte, se situó en el 3,2% en el segundo trimestre del año, dos décimas menos que en el trimestre anterior.
Con el repunte trimestral del PIB entre abril y junio se encadenan ya doce trimestres de avances, mientras que la tasa interanual acumula diez trimestres en positivo, con crecimientos superiores al 3% en los últimos cinco trimestres.
Los datos avanzados este viernes por el INE son provisionales y se conocerán a nivel desagregado el próximo 25 de agosto.
El dato trimestral del PIB adelantado por Estadística iguala el estimado por el Banco de España (0,7%) y por otras entidades, como el BBVA y la CEOE. El Gobierno, por su parte, había apuntado que el PIB del segundo trimestre sería muy similar al del primero.
En su boletín del mes de junio, la institución que gobierna Luis María Linde pronosticaba una desaceleración del PIB en el segundo trimestre del año, hasta el 0,7%, a pesar del dinamismo tanto de la demanda interna como de la mejora de la demanda externa, que podría haber dejado de ser negativa.
El consumo sigue tirando del PIB
Según la autoridad monetaria, la evolución favorable del mercado de trabajo y la mejora de las condiciones financieras habrían seguido sustentando la expansión del consumo privado en el segundo trimestre, que podría haber crecido un 0,8%, tasa ligeramente inferior a la del trimestre anterior; en tanto que la inversión empresarial habría experimentando una cierta ralentización, conservando, no obstante, su pauta expansiva.
La institución que gobierna Luis María Linde indicaba también en este boletín que dentro de la inversión en construcción, el componente residencial habría continuado su proceso de recuperación, en un contexto de repunte de las compraventas de viviendas.
Por su parte, el debilitamiento reciente de algunos indicadores, como el consumo de cemento o las afiliaciones a la Seguridad Social en la rama de ingeniería civil, sugiere que la inversión en otras construcciones podría estar acusando una desaceleración de la obra pública.
En cuanto al sector exterior, el Banco de España estima un repunte de las exportaciones de bienes en el segundo trimestre, en un contexto en el que se mantiene la tónica de crecimiento de los mercados del área del euro.
Por el contrario, las ventas realizadas al resto del mundo habrían seguido mostrando, en términos comparativos, un tono de menor firmeza, como consecuencia de la debilidad de algunas áreas emergentes y de la modesta apreciación del tipo de cambio.
Así, el Banco de España estima que la demanda externa podría dejar de restar al PIB en el segundo trimestre, hasta situarse en valores neutros o ligeramente positivos, en un contexto en el que tanto las exportaciones como las importaciones habrían intensificado su crecimiento intertrimestral.