¿Sabías que separando sólo dos euros al día podrías tener un millón de euros a los 65 años si lo haces con suficiente tiempo y rentabilizas bien tu dinero? Las matemáticas no engañan, harían falta 45 años y una rentabilidad anual del 12%, complicado pero no imposible, aunque la realidad es que prácticamente ningún español lo conseguirá.
El motivo es que el 95% de las personas cometen cuatro errores al invertir que les impiden alcanzar sus objetivos. El primero es no ahorrar lo suficiente. Como has visto no son necesarias grandes cantidades, pero sí algo de ahorro y la realidad es que la mayoría de españoles no ahorran, pero también porque no conocen la fórmula que funciona para hacerlo.
Los expertos recomiendan destinar por lo menos un 10% de los ingresos al ahorro y la inversión y desde preahorro.com explican que se puede ahorrar un 20% del salario sin renunciar a tu nivel de vida. La clave está en preahorrar o separar el dinero nada más llegue a tu cuenta corriente.
Con ese preahorro es con el que ya puedes empezar a pensar en cosas mayores pero imprescindibles: la inversión. Aquí es donde se juntan los otros tres errores típicos del español al gestionar sus ahorros que le harán asumir más riesgo del que debe, no conseguir una buena rentabilidad por su dinero y no alcanzar sus objetivos para la jubilación.
El primero y más importante es invertir solo o mal asesorado. Todavía son muchos los que compran esta o la otra acción siguiendo los consejos de su vecino o su cuñado. Y es que la inversión por miedo a que el vecino gane o por el reto del suegro, sigue a la orden del día. Después están quienes se fían ciegamente de los medios de comunicación y los clásicos que seguirán las directrices del director de su sucursal del banco, por más que siga recomendando las acciones de la entidad, Brexit mediante.
Igual que para construir tu casa no se te ocurre hacer tus propios planos y confías en un arquitecto, para tu dinero existen asesores financieros que te ayudarán obtener la rentabilidad que quieres para tus ahorros y a definir tus metas financieras.
Un buen planificador financiero te puede cambiar la vida y evitará que caigas en los otros dos errores que dilapidarán tu ahorro en el momento menos pensado. Los mercados son complicados y crear una buena cartera de inversión requiere tiempo y conocimientos, empezando por una buena elección de los objetivos en el tiempo.
En este sentido, el tercer error es el de concentrar la inversión en el corto plazo con productos como depósitos o cuentas corrientes, que todavía hoy aglutinan el 52% del ahorro. No pasa nada por invertir a uno o dos años vista, pero solo si realmente vas a necesitar ese dinero en ese plazo de tiempo. El problema de la inversión a corto plazo es la falta de rentabilidad, tu dinero apenas crecerá ni aprovechará el poder del interés compuesto.
Para evitarlo, existen tres bloques en toda inversión a corto, medio y largo plazo. Es decir, destinar parte del dinero para imprevistos (productos de menos de dos años) donde lo importante es mantener ese capital, otro porcentaje a medio plazo (entre dos y cinco años) donde obtener rentabilidad es más importante que conservar el dinero y otro a largo plazo, donde conseguir beneficios es el gran objetivo. Esto es lo que se llama diversificar la inversión en el tiempo.
Por último hay un fallo que la mayoría comete por desconocimiento y que romperá cualquier atisbo de diversificación: concentrar todas sus inversiones en España. La cartera tipo de un ahorrador medio tendrá letras del tesoro y bonos de España, alguna acción del Ibex 35 (más España) y algún depósito en un banco español. El resumen es que si bien se está diversificando por clase de activos, no se está haciendo de forma geográfica. Una mala noticia que afecte al país tendrá un efecto devastador sobre sus ahorros. Para que lo tengas más claro, donde pone España pon Inglaterra y piensa qué está ocurriendo con el Brexit.
Invertir acompañado de un asesor evitará que caigas en estos dos últimos errores y te ayudará a mejorar en el primero.