"Buenos días, Garrapata ha pasado la noche muy bien. Ahora, está tumbado en el sofá". Así empieza una jornada cualquiera para un canguro de perros. Al mencionar esta profesión, puede que crea que estamos hablando de un trabajador de los Estados Unidos o del perro de alguna adinerada española, pero nada más lejos de la realidad. En España, cada vez es más habitual contratar a un cuidador cuando los dueños tienen que separarse de su mascota.
Atrás quedó el encasquetarle el animal a la familia o al vecino del tercero durante "unos diítas" del verano. Ahora, este tipo de profesiones nada habituales hace unos años, se están expandiendo como la pólvora en nuestro país ¿Los motivos? La crisis, que ha obligado a muchos jóvenes a buscar una salida para ganarse un dinero extra; la influencia de países extranjeros, cuyos servicios están muy arraigados en la sociedad y la evolución de las redes sociales, que pone en contacto a propietarios y canguros de mascotas al instante.
Javi y Laura son unos de los tantos canguros de perros que hay Madrid. Todo comenzó hace tres años, cuando Laura se quedó sin trabajo, y la pareja decidió introducirse en el mundillo perruno con el propósito de obtener un dinero extra. "Encima, hacíamos algo que nos gustaba", cuenta Javi a Libre Mercado, mientras tira de la correa de Garrapata, el Bulldog francés que tiene a cargo en esos momentos.
Los dueños del perro están de luna de miel, y el animal va a vivir en casa de estos dos canarios el tiempo que dure el viaje. "Es muy frecuente que los recién casados recurran a un canguro de perros durante esos días. Dos o tres semanas es demasiado para dejarle el perro a un familiar", explica su canguro. Además, Garrapata no es nuevo para Javi, "Estuvo con nosotros un fin de semana hace dos meses y ahora, repite".
Javi y Laura anuncian sus servicios en la web española Gudog, cuya fundadora la define como "el Airbnb para perros". La plataforma exige a los cuidadores varios requisitos: exclusividad, un perro (o varios si son del mismo dueño) por día y experiencia. Las valoraciones de los clientes que han contratado sus servicios avalan las buenas manos de estos dos canarios de 26 años con los perros. "No recuerdo que nos hayan puesto nunca un comentario negativo", afirma. "Que puedas leer las opiniones de otras personas les da mucha tranquilidad a los propietarios para saber con quién están dejando a su animal", añade.
Paseo, guardería y alojamiento
Los jóvenes ofrecen tres tipos de servicios a los propietarios. El más básico es el de paseo, que consiste en acudir al domicilio del dueño para sacar al perro por la zona. "Quedamos un día antes con ellos para conocernos, y es cuando nos dan las llaves de la casa", cuenta Javi.
Después, está la "guardería de día", que consiste en llevarse el perro a su casa durante unas 8 horas comprometiéndose a sacarlo a pasear. Cada canguro fija sus propias tarifas. Javi y Laura cobran 12 euros por día. "Creemos que está muy bien de precio. Al principio lo pusimos más caro, pero cuando lo bajamos un poco, se dispararon los encargos".
Los chicos viven en Marqués de Vadillo, a pie del Parque Madrid Rio, "eso nos da un plus a la hora de conseguir clientes". El tercer servicio es el "alojamiento", que consiste en hospedar al perro durante la noche. Para ello, cobran 15 euros.
"Completos" en verano
El éxito de estos dos canguros de perros profesionales es irrefutable. "Desde que empezamos, hemos cuidado ya a 60 perretes, muchos de ellos, varias veces". El punto álgido de las reservas de Javi y Laura es el verano, una época en la que no dan "abasto". Lo mismo ocurrió el año pasado. "Desde principios de mayo, lo tenemos todo lleno hasta septiembre".
El canario cree que los ingresos que obtienen como canguros caninos "no son suficientes para ganarse la vida", pero es "por la política que llevamos nosotros de un perro al día, si alojas varios perros a la vez, sí podrías hacerlo".
Lo normal es que durante el año tengan dos o tres reservas al mes, de dos a cinco días cada una. Eso sí, en verano la cosa cambia. "Algunos meses de verano podemos llegar a ganar 600 euros, que llegan a ser prácticamente un salario", afirma Javier.
Aunque pueda parecer sencillo, hospedar a estas mascotas en casa no es tarea fácil. "Lo fundamental es que tienes que ser un amante de los perros. Te tienen que encantar porque los perros son super sinceros. Enseguida van a notar que no te gustan y lo van a demostrar", explica.
La pareja se ha encontrado con todo tipo de situaciones inverosímiles durante su etapa al cuidado de los animales. Desde que el perro está tan "encantado" que no quiere volver con sus dueños, hasta otro que pesaba 50 kilos "y tiraba tanto" que no podían hacerse con él, pasando por los que "tienen miedo de cualquier objeto cotidiano". Pero sin duda, la experiencia más dura cuidando perros fue la primera. "Al perro le dio un gastroenteritis la primera noche que estuvo con nosotros y tuvimos que llevarlo al veterinario", cuenta. Sólo fue un susto, al animal ya le había pasado en otras ocasiones, y gracias al seguro que ofrece Gudog, la plataforma corrió con todos los gastos.
Ahora, Laura ha encontrado un empleo y Javi, que trabaja desde casa diseñando páginas web, es el que se encarga de estar todo el día a cargo de los animales. Este estudiante de arquitectura pretende estar "todo el tiempo que pueda" cuidando perros, pero es consciente de que si le llaman para trabajar en una oficina, lo tendría que dejar. "¡Los días serían tan aburridos sin ellos!", suspira. Y continúa su paseo con Garrapata.