"A ir en silla de ruedas te acostumbras, a renunciar a la vida no". Las personas con movilidad reducida conocen muy bien el significado de esta frase. Ir de compras o a cenar en un restaurante puede ser muy complicado si no hay instalaciones adecuadas. Incluso ir a comprar el pan puede ser una verdadera odisea para un discapacitado cuya silla pese más de la cuenta. Pero, como muchas otras cosas en la vida, si las dificultades no se viven en primera persona, son mucho más difíciles de solucionar.
Esto es lo que llevó a Pau Bach, que se quedó tetrapléjico tras un accidente, a pensar en un mecanismo que resolviese el principal problema de los discapacitados: la movilidad. El batec, una especie de triciclo que se adapta a la silla de ruedas, fue y es la solución que se le ocurrió y que muchos después de él también están adoptando.
Tras resultar seleccionados por Momentum Proyect, la empresa de Batec Mobility consiguió despegar y reconducir su proceso productivo, cubriendo la creciente demanda de batecs. Libre Mercado, ha hablado con Laura Gonzalvo, directora de Marketing de Batec Mobility, y nos ha contado de primera mano cómo han ayudado a miles de discapacitados tanto de España como de otros países del mundo.
- ¿ Hace cuántos años nació la empresa?
- La empresa, que empezó a funcionar en 2006, aunque no inició el proceso de comercialización hasta el año 2008. Somos una empresa social por dos motivos: por un lado la mitad de los trabajadores son personas con discapacidad y también por los propios clientes del batec a los que ayudamos en su día a día. Pau, el fundador de la empresa, es discapacitado y conoce las necesidades de las personas con discapacidad.
Lo mismo ocurre con los trabajadores. Muchos son usuarios del producto. En el departamento de marketing también tienen algún trabajador con discapacidad y, de nuevo, son los que más empatizan con aquello a lo que dedican su jornada laboral.
- ¿Cómo se le ocurre a Pau esta idea?
- Un discapacitado tiene que elegir entre una silla manual o eléctrica, no hay término medio. Por eso, empezó a darle vueltas y a hacer prototipos hasta que llegó a la idea del batec. El concepto es sencillo: una parte delantera que es como una bici y que se acopla a la silla de ruedas. Te lo puedes quitar y poner en un segundo.
Cuando entras a un restaurante te lo quitas y te cambia la vida. De necesitar ayuda en la movilidad (con 20 años le tenían que llevar sus padres), a hacerlo solo. La primera vez que entró a una panadería a por un croissant le daba cosa. Pero la gente que le veía se empezó a interesar por el producto y ahí fue cuando pensó en homologarlo.
- ¿Cuándo notasteis que la empresa "necesitaba más"? ¿Qué hicisteis para cambiarlo?
- Pau había estudiado informática, pero con el accidente tuvo que dejarlo. Montó la empresa con una idea y poco más. Fueron aprendiendo por ensayo-error. En 2012, cuando fueron seleccionados por Momentum Proyect, la empresa iba a morir de éxito. La demanda superaba totalmente la capacidad de la empresa en todos los sentidos. La formación del proyecto fue lo que más les ayudó a profesionalizarse, a parar-analizar-y ver hacia donde tenían que ir. Fue un punto de inflexión total.
- ¿Dónde vendéis vuestros productos?
- Ahora se venden a profesionales. En España a ortopedias, que son los puntos de venta autorizados para ayudas técnicas (su categoría). No se pueden vender a particulares, pero eso depende del país. En España sí es obligatorio que se venda en ortopedias, tiene que haber un técnico ortopeda que certifique que está ayuda es adecuada para el usuario.
A nivel internacional, de momento no tienen estructura para poder vender a particulares, necesitan que un distribuidor, alguien que les ayude con el servicio post-venta que necesitan los usuarios en su país. Incluso así, venden en 16 países. Sobre todo en Europa, pero también en Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
- ¿Cómo es la fabricación de un batek?
- La fabricación es a pedido, aunque intentan adelantarse un poco. Tienen 6 modelos, varios colores y pueden haber muchas opciones. Es un producto estacional. La temporada alta es cuando llega el buen tiempo, cuando a la gente le empieza a apetecer: salir, vacaciones, excursiones… aunque al final se acaba usando en el día a día.
Los meses de invierno les sirven para preparar la temporada alta. Este año harán por lo menos 1.300 batecs.
El batec consigue aumentar la movilidad de las personas , su creencia es que al cambiar la movilidad mejora radicalmente la calidad de vida. El proyecto social está totalmente inmerso en el modelo de negocio.
- ¿ Qué nuevos proyectos tenéis de cara al futuro?
- Una de nuestras ventajas es que el producto está creado por personas con discapacidad. Muchos de los trabajadores, como además son usuarios, están muy cerca de los problemas que pueda haber. También los propios usuarios piden soluciones. Por ejemplo, hace unas semanas, una usuaria danesa, que está encantada con el batec, nos comentó que iba por unos caminos que hacen que una pieza se estropee. Estamos intentando solucionar su problema.
Además, tenemos una amplia gama de accesorios como mochilas, cestas y todo lo que pueden necesitar los usuarios. La gente que va en silla de ruedas tiene las mismas necesidades que otra persona. Si la gente normal lleva una cesta en la bici, los batec también. Incluso hay un puerto USB incorporado en el batec para cargar el móvil. "El acompañante dirá: ¡Oye, ¿puedo conectar mi móvil que me he quedado sin batería?". Igual que en un coche. El departamento de I+D también trabaja mucho y dirige el producto a los nichos y a gente a la que no acabamos de llegar. Estudian posibilidades para completar y hacer opciones del mismo producto.
La gente se queda con que la gente con discapacidad queda postrada en una silla de ruedas. Cuando una persona tiene una discapacidad, puede ser que tenga un choque inicial, pero al final se acostumbra. A lo que no te acostumbras es a renunciar a la vida. Con un batec, que va más rápido que una persona que va andando, los usuarios pasan de ser ayudados a ayudar.