El pasado 26 de mayo Banco Popular anunciaba por sorpresa una ampliación de capital de 2.500 millones de euros. La noticia era recibida por los mercados con alto grado pesimismo, y la compañía se desplomaba más de un 26% en la jornada del anuncio. Ese mismo día, las acciones de la entidad cayeron hasta los 1,73 euros, cerrando así la peor sesión bursátil de su historia.
"La ampliación de capital todavía está abierta y va muy bien", ha dicho este miércoles el presidente de Banco Popular, Ángel Ron, durante los cursos de verano que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Sobre los motivos de llevarla a cabo, el banquero ha explicado que, a pesar de haber "recibido opiniones negativas" el objetivo de esta multimillonaria ampliación es "fortalecer al banco para poner su verdadero valor, que es el negocio enfocado a empresas y autónomos". Con ese balón de oxígeno, la entidad pretende "eliminar la incertidumbre del mercado y acelerar las desinversiones en activos no productivos".
Sobre los rumores de fusión que se han desatado en torno a la ampliación de capital, Ron ha asegurado que "el interés de otros bancos por el Popular es muy antiguo".
Una teoría que estaba cobrando fuerza para explicar el último movimiento del banco era que el Popular llevaba a cabo la macroampliación para preparar el terreno de una fusión futura, algo que el banquero ha descartado porque provocaría una "destrucción de valor" y "no tenemos especial interés en estas operaciones".
Banco Sabadell, en especial, Banco Santander y Caixabank han sido los nombres que más han sonado en las últimas semanas de cara a una fusión. Ron reconoce que antes de tomar la decisión de ampliar capital se analizaron más opciones, entre las que estaban "las adquisiciones". En cuanto a si ha habido reuniones con estas u otras entidades, el banquero se ha limitado a decir que "todo el mundo habla con todo el mundo y no pasa más que de conversaciones de café. Sabemos que a través de los bancos de inversión que somos muy apetecibles".
"Una operación de esta magnitud no se improvisa, esto genera un debate donde el banco analiza todas las opciones y estamos de acuerdo en que es (la fusión)la que mejor conviene al banco", ha añadido.
"Sobrerregulación axfixiante"
Por otro lado, Ron ha denunciado la "sobrerregulación asfixiante" del sector bancario. También, ha criticado la política "ultralaxa" del BCE, que "pone en riesgo la rentabilidad de los bancos". Para el banquero, los bajos tipos de interés a los que les está sometiendo el organismo europeo "generan represión financiera".
Respecto a la llegada de la digitalización de la banca y sobre cómo ésta afectará a su red comercial, Ron ha explicado que su red de oficinas "sigue teniendo mucho valor para los clientes", pero reconoce que "hay un exceso de capacidad instalada", por lo que las sucursales "se reducirán en número y crecerán en tamaño físico". El baquero no duda de que el sector pertenece a "una industria que están en clara transformación".