En el hotel Ritz de Madrid, Pablo Iglesias ha avisado este lunes a los socialistas de que quiere ocupar el lugar "de la socialdemocracia" en España que, a su juicio, ha dejado vacante el PSOE. Algo que no ha terminado de convencer a su socio de coalición, Alberto Garzón, que no quería ni mencionar esa palabra al ser preguntado por los medios.
Pero para contentar a sus aliados de Izquierda Unida, muchos de ellos declarados comunistas, Iglesias ha intentado arreglarlo explicando que definirse como "socialedemócratas" no supone una contradicción con los postulados de IU.
"Hay muchas cosas inventadas en la historia política de las ideas y que nos permite adaptarlas", ha asegurado. "No tenemos que inventar etiquetas nuevas" porque "las identidades se han redefinido". "Marx y Engels eran socialdemócratas", ha asegurado sin pestañear.
Tras estas palabras, ha intentado arreglarlo añadiendo que las etiquetas ideológicas del siglo XX y del siglo XXI tienen poco que ver.
Y aunque Garzón no ha salido muy convencido con esta explicación y en sus declaraciones evitaba la palabra "socialdemócrata", el planteamiento de Iglesias sí que lo ha respaldado Pablo Echenique, para quien "la socialdemocracia" es una "etiqueta muy amplia" que combina los derechos sociales y la democracia.