Gracias a mi amigo el distinguido periodista canario Anatonio Salazar he podido leer un artículo, "Crisis de la izquierda y triunfo del capitalismo", que publicó en Canarias 7 el escritor y catedrático Nicolás Guerra Aguiar. Su tesis es que la mayor tragedia que han padecido los pueblos fue… la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética. En serio. Afirma que eso
significó que en dos décadas el más riguroso, cruel e inhumano capitalismo se impuso sobre los planteamientos del socialismo, si ayer ilusionantes, hoy frustración. Consecuencia inmediata: se anularon los derechos sociales conseguidos hasta aquellos momentos con persecuciones, cárceles, sangre.
En esa línea prosigue el articulista, para el que ya no hay sindicatos, ni socialistas, ni comunistas ni nada, porque quienes combatieron al capital están "hoy plácidamente acomodados en el Sistema".
Es difícil seleccionar el mayor desvarío, aunque como economista quedé perplejo ante la manía marxista de insistir en que estamos dominados por las empresas todopoderosas. Como debería saber el profesor Guerra Aguiar, los Estados controlan a las empresas, no al revés. Si fuera como él dice, los impuestos sobre las empresas habrían desaparecido. Puede preguntar en Canarias a cualquier empresario, pequeño o grande, a ver si eso es verdad, o si más bien la verdad es justo la contraria.
Resulta notable tanto su predilección totalitaria como su distorsión de la realidad histórica. Asegura que los llamados derechos sociales, es decir, la intervención redistribuidora de los Estados, fueron anulados tras la crisis del comunismo, cuando nunca el gasto social ha sido más elevado. Asombra también que relacione esos derechos con el comunismo, cuando fueron establecidos en todos los países del mundo… no comunista. Y no lo fueron por ninguna lucha social, sino por los gobiernos de todos los países… menos los comunistas.
Pero sin duda lo peor de este artículo es lo que afirma sobre el comunismo, el sistema más criminal que nunca haya sido perpetrado contra los trabajadores, el sistema que provocó decenas de millones de muertos, en un amplio porcentaje de hambre, hambre provocada por sus políticas anticapitalistas. Los planeamientos de ese sistema eran para el profesor Guerra Aguiar "ilusionantes". Y la crisis de ese sistema sanguinario le suscita "frustración". En fin.