Para diarios venezolanos como El Nacional, Alfredo Serrano es el "asesor español que mueve los hilos de la economía venezolana", debido a su papel protagonista en el gabinete económico del gobierno de Nicolás Maduro.
En España, también se le conoce por sus reiterados apoyos a Podemos y al discurso de Pablo Iglesias. El vínculo con el partido morado llega hasta el punto de que este andaluz figura como director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG). El CELAG es una entidad creada para asesorar al chavismo con la que han colaborado miembros de Podemos como Íñigo Errejón o Juan Carlos Monedero.
Como ya recogimos en Libre Mercado, artículos elaborados por Serrano como"Podemos: anatomía del entusiasmo en España", "Podemos y lo que sí se puede en economía". "Podemos contra la economía del fraude" o"Podemos y el sentido común en España", no dejan lugar a dudas sobre la conexión ideológica con el partido.
El ala radical de Maduro
Publicaciones venezolanas como Cronica.uno sitúan al andaluz en el ala radical del Gobierno de Maduro. Explican que el presidente del país no termina de definir sus acciones económicas por discrepancias en su partido.
Mientras que algunos miembros apoyan las propuestas más comedidas de la Unión de Naciones Suramericana (Unasur) capitaneada por Francisco Rodríguez, un economista de Bank of America, otros apuestan por las medidas de los asesores más extremistas como "el español Alfredo Serrano y el ex ministro Luis Salas" que avalan el control total de los precios.
Aunque Maduro destituyó al venezolano Luis Salas de su cargo de ministro de Economía a los 40 días de su nombramiento, Salas sigue asesorando en la sombra. Como ministro, Salas propuso aumentar el precio de la gasolina e impagar la deuda con los acreedores internacionales para priorizar otras inversiones públicas. Entre sus declaraciones más escalofriantes, está la de que la "la inflación no existe en la vida real".
Desde Unasur, creen que Venezuela debe revisar el régimen cambiario para dejarlo en una sola tasa, llevar a cabo una reforma fiscal para reducir la brecha entre ingresos y gastos, refinanciar la deuda pública, las vías para estimular la producción nacional y los cambios en el esquema de subsidios para atender a las familias más pobres.
Sin embargo, las propuestas de Alfredo Serrano van en la línea de "acabar con la guerra económica promovida por el sector privado" con más regulación y control del Estado. Serrano llega a afirmar que el desabastecimiento que sufre el país se debe a la dependencia por las divisas y a los "comportamientos especulativos de sectores privados oligopólicos y las fallas en los canales de distribución".