Los datos del PIB del primer trimestre del año publicados por el INE muestran que el ritmo de crecimiento de la economía española se mantiene en el 0,8% trimestral, mismo nivel que en los dos últimos trimestres de 2015.
La aparente estabilidad de la variación del PIB en base trimestral no es tal si se analiza por sus componentes debido a la tendencia errática de la demanda externa. Por ejemplo, mientras que en el primer trimestre tuvo una contribución negativa del 0,3%, contribuyó positivamente con un 0,2% en el periodo anterior.
En el caso de la demanda doméstica, el crecimiento se sustenta especialmente en el consumo de los hogares y, en menor medida, la inversión en bienes de equipo, cuya aportación conjunta es del 0,9%. Otras partidas de la demanda interna con una ligera contribución positiva y el citado impacto negativo del sector exterior completan el crecimiento del 0,8%.
La contribución de los distintos componentes del PIB sí es menos volátil en base anual. En este caso, mientras el sector privado mantiene su contribución al crecimiento desde la segunda mitad de 2015 en el entorno del 3%, la menor aportación al crecimiento del sector púbico se compensa con una contribución menos negativa de la demanda externa, lo que resulta en un crecimiento en el primer trimestre del 3,4% interanual, ligeramente inferior al 3,5% registrado a finales de 2015.
Como puede observarse en el siguiente gráfico, en el caso del sector privado es de nuevo el consumo de las familias -y menos la inversión de bienes de equipo- el que soporta el crecimiento, dado que la construcción de viviendas apenas crece.
El sector público, por su parte, pese a la menor contribución en el primer trimestre del año -que podría haber sido inferior de no registrarse un deflactor que extrañamente ha pasado a ser negativo-, su contribución al PIB lleva siendo expansiva desde el segundo trimestre de 2014, hecho difícilmente compatible con el concepto de austeridad.
Empleo y productividad
Otro aspecto destacable es que el crecimiento descansa cada vez más en el empleo y menos en la productividad por empleado. En la reciente fase de recuperación, iniciada en el segundo trimestre de 2013, el PIB ha crecido en total cerca de un 7%, con una contribución del empleo del 6,2% y de la productividad de apenas un 0,6%.
En los últimos tres trimestres, con la economía creciendo un 0,8%, la productividad prácticamente se ha estancado, contribuyendo en promedio con apenas un 0,05% en comparación con el 0,75% del empleo equivalente a tiempo completo.
Por último, si el PIB de la eurozona recuperó el nivel previo a la crisis este trimestre, ¿cuándo lo podría recuperar la economía española? Según los últimos datos disponibles, y partiendo de la base de que se cumple la previsión de los analistas que componen el panel Funcas, España podría alcanzar dicho hito en el segundo trimestre de 2017. Es decir, la economía nacional podría salir oficialmente de la crisis dentro de un año.
