Las comunidades autónomas españolas tendrán más margen con el déficit este año. Era una crónica anunciada, porque ya se había deslizado desde el Gobierno que de las ocho décimas de incremento en el objetivo de déficit que se solicitarán a Bruselas (del 2,8% previsto al 3,6% que se pedirá), cuatro serán para las regiones y otras cuatro para la Seguridad Social. De este modo, del 0,3% que figuraba hasta ahora como objetivo oficial, pasamos al 0,7%.
Los repetidos incumplimientos de las autonomías con sus cuentas públicas les han servido para que, de nuevo, Hacienda sea generosa con ellas. Ahora la pregunta es si esta generosidad servirá para que este año se cumplan los nuevos límites o si, al contrario, será un acicate para volver a saltárselos. Si el incumplimiento no sólo no provoca un castigo, sino que sirve para conseguir más margen, "¿para qué cumplir?" se pueden preguntar algunos.
Además, ni siquiera esta revisión de los objetivos de déficit para este año ha servido para que Cristóbal Montoro consiguiera la unanimidad del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) a su propuesta. Sólo cinco comunidades autónomas (Galicia, La Rioja, Castilla León, Madrid, Murcia) han votado a favor del nuevo límite para 2016. Otras ocho se han abstenido (Asturias, País Vasco, Castilla La Mancha, Canarias, Cantabria, Andalucía, Aragón, Extremadura). Y tres (Cataluña, Valencia y Baleares) han votado en contra.
También ha habido más rebajas en la senda de reducción del déficit para los siguientes años. De esta forma, los objetivos de déficit para las comunidades autónomas serán del 0,5% en 2017, 0,3% en 2018 y 0,0% en 2019. En esta cuestión, el rechazo a la propuesta de Montoro ha sido aún más importante, con cinco regiones a favor (Madrid, Galicia, Castilla León, Murcia, La Rioja), nueve en contra (Asturias, Valencia, Castilla la Mancha, Baleares, Extremadura, Aragón, Andalucía, Navarra, Cantabria, Cataluña) y dos abstenciones (País Vasco y Canarias). En realidad, nada de esto importa, porque el Gobierno tiene voto de calidad en el CPFF (su voto vale el 50%) y lo que se aprueba siempre es lo que propone Hacienda.
En mayo, el FLA
Además, las comunidades autónomas no sólo han recibido este jueves la buena noticia (al menos para sus gobernantes) de que podrán gastar más este año, sino que también han visto como el ministro de Hacienda desbloqueaba los fondos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) correspondientes al primer trimestre de 2016. Según ha anunciado el propio Montoro en la rueda de prensa posterior al CPFF, en la tercera semana de mayo los fondos estarán disponibles para que hagan el uso que consideren oportuno las regiones acogidas a este plan.
En teoría, el Ministerio había puesto como requisito para poder acceder al primer plazo del FLA la presentación de los planes de ajuste correspondientes a este año (tras el incumplimiento de 2015). Y según ha explicado Antonio Beteta, secretario de Estado de Administraciones Públicas, lo han hecho ya todas, a excepción de Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, con la que quedan por cerrar algunos flecos de carácter formal. El resto ya ha alcanzado un acuerdo con Hacienda en las sucesivas reuniones bilaterales que se han desarrollado en los últimos días, por lo que podrán beneficiarse del ahorro que supone que sea el Estado el que se financie (y luego les traspase los fondos) en su nombre.
En lo que se refiere a las medidas para que las regiones alcancen el objetivo de déficit (algo que el Gobierno ha repetido una y otra vez que se conseguiría y que año a año se ha incumplido), Montoro ha recordado que obligará a las autonomías que se saltaron el límite impuesto en 2015 (todas menos tres) a que aprueben "acuerdos de no disponibilidad de gasto antes de finales de este mes". Preguntado por qué hará si no cumplen el requisito (o si se lo saltan, una vez que lo hayan aprobado) el ministro ha descartado tal posibilidad, recordando que es la ley y que no es potestad de los consejeros decidir si la cumplen o no.
El problema con esta afirmación es que no es la primera vez que Montoro afirma en una rueda de prensa posterior a un CPFF que se van a acabar los incumplimientos, que hay que cumplir la ley o que Hacienda no permitirá más alegrías a los derrochadores. En realidad, éste ha sido el discurso dominante en los últimos cuatro años. Y algunas regiones lo han ignorado de forma reiterada sin que haya habido sanciones o se hayan tomado medidas contra sus gobiernos. La dureza en el anuncio es compatible (o lo ha sido hasta ahora) con la dulzura en el trato a posteriori.
De hecho, Montoro no ha querido dejar la rueda de prensa sin lanzar un mensaje político y ha asegurado que ninguna de las medidas exigidas por el Gobierno implica la necesidad de más "recortes", una palabra de la que el ministro huye y que asegura que no se corresponde con la realidad: "El Gobierno no está pidiendo recortes, sino moderación en el aumento del gasto". En su opinión, con sus cuentas, lo único que piden es que "los nuevos recursos" generados por el aumento de la actividad económica "vayan a financiar el déficit del pasado" y no a nuevas partidas de gasto.