Venezuela no levanta cabeza. El Gobierno de Nicolás Maduro ha decretado que los funcionarios no trabajen miércoles, jueves y viernes. Se trata de una medida para ahorrar electricidad ante el desabastecimiento de productos y servicios básicos que sufre el país.
A principios de este mes, el Gobierno bolivariano anunció también la prohibición de trabajar los viernes a todos los venezolanos para ahorrar agua y energía.
Maduro estableció a través de un decreto presidencial la prohibición de trabajar "todos los días viernes como días no laborables a partir del viernes de esta misma semana, durante los meses de abril y el mes de mayo".
La grave situación también ha llevado al Gobierno a realizar cortes programados de luz, especialmente en el interior del país y en centros comerciales. Los ciudadanos protestan en las redes sociales por el racionamiento eléctrico impuesto.