Ikea logró en su último ejercicio en España un beneficio neto de 78 millones de euros, lo que supone un incremento del 43,6% respecto al anterior, mientras que las ventas repuntaron el 10,7%, hasta los 1.281 millones, con lo que sumaron su segundo año consecutivo al alza.
El resultado bruto de explotación (ebitda) mejoró el 16,2% y se situó en 91,8 millones, ha informado hoy el grupo sueco, que cierra sus cuentas en agosto y que considera que estas cifras "suponen la consolidación de su creciente actividad en España", donde tiene 16 establecimientos.
Por zonas, en Madrid las ventas crecieron el 3,6%; en Cataluña, el 4,8%; en el Norte, el 1,2%; en el Noroeste, el 4%; en Levante, el 58%, y en Andalucía, 8,3%.
El mercado Central, que incluye las tiendas de Zaragoza y de Valladolid, se mantuvieron, según Ikea, por cuyas tiendas pasaron más de 39 millones de personas, el 5% más.
En un comunicado, la firma sueca destaca que continuó con su estrategia de reducción de precios, con una bajada de un 2,5% de media para todos los productos de su catálogo, y que realizó compras de productos y servicios a más de 1.680 proveedores españoles por un importe de 106 millones de euros, el 11,8% más.
A cierre del ejercicio de 2015, Ikea, especializada en muebles y decoración low cost, empleaba a 7.254 personas, 289 más que un año antes.
Según la misma fuente, Ikea, que cumple 20 años en España, mantiene su plan de inversión y expansión en el país, donde seguirá abriendo tiendas de gran tamaño, a las que se sumarán nuevos formatos comerciales, comercio electrónico y "novedosas soluciones digitales".
Dentro de esta estrategia, la compañía trabaja en reubicar el que fue su segundo establecimiento en España, el de Alcorcón (Madrid), una operación que conlleva una inversión cercana a los 100 millones de euros y que supondrá un aumento de la plantilla de la tienda del 10 %.