La mayoría de los españoles, no sabe invertir. Así lo afirma un estudio Optima Financial Planners que además incluye las debilidades más notables en temas de inversión. El mundo de la inversión es algo complejo. Cierto es que las posibilidades de inversión son muchas y podemos asumir más o menos riesgo en función de lo que estemos dispuestos a perder, pero siempre es conveniente estar asesorado por un experto en la materia. Aún así, los españoles, por norma general, son de arriesgar poco.
Para invertir hay que hacer un estudio previo. Conocer el sector, el comportamiento de los mercados, posibles variaciones que pueda haber en el futuro y un largo etcétera. Para todo esto es necesario un asesoramiento de expertos de confianza.
Es importante hacer una valoración del tipo de inversores que somos, más concretamente del tipo de carteras que tenemos.
- El 42,3% del ahorro financiero de los españoles se encuentra en depósitos. Con las rentabilidades actuales, no es la mejor forma de ahorrar.
- El 1,2% de la deuda en circulación se encuentra en manos de inversores particulares.
- Los particulares tienen invertidos alrededor de 170.226 millones de euros en acciones españolas y esta cifra se ha incrementado un 83% desde 2011.
- Las familias son propietarias del 26% de las acciones cotizadas, el porcentaje más elevado de los últimos 12 años.
La cartera de los españoles
1. Acciones: en España, lo habitual es invertir en acciones del Ibex, es lo más sencillo y también lo que da más dividendos. La idea de dejar nuestras acciones a largo plazo y cobrar dividendos porque va a subir no siempre es cierta.
La bolsa no siembre sube a largo plazo. La continua sustitución de empresas evitan que el Ibex registre pérdidas. Por otro lado, los dividendos no son tan rentables, ya que hay que tener en cuenta que estos tributan, reduciendo su rentabilidad. También debemos tener en cuenta la volatilidad que varía a lo largo de los años.
2. Fondos de inversión: si nos paramos a analizar la evolución de los mejores fondos de los últimos 10 años, solo un 17% supera la rentabilidad ofrecida por el Ibex en dividendos. Y si analizamos toda la totalidad de los fondos, los números empeoran.
3. Pérdidas: un error muy común es no aceptar que las pérdidas son inversiones fallidas, y se intenta recuperar de la misma forma en que se ha perdido. Y como la bolsa no siempre sube a largo plazo, es posible que acabemos perdiendo mucho más que lo inicial.
4. No diversificar, mucho riesgo y cero planificación: la mayoría de los españoles invierte en depósitos bancarios, bolsa o fondos de inversión. Su riesgo está concentrado en un 95% en España. La diversificación geográfica no se tiene en cuenta, pero ¿y si pasa lo de Grecia? Los activos podrían tener caídas del 40-50% o más. Recordemos que somos el país con más reestructuraciones de deuda pública de la historia.
¿Cuál es el error más frecuente?
El inversor particular invierte según le aconsejen sus amigos, familiares o compañeros de trabajo. Esto implica una falta de metodología y de conocimientos que puede acabar en grandes pérdidas. En los mercados funcionamos igual que en la vida real, por instintos, y el miedo ante algunas situaciones, deriva en decisiones erróneas en momentos equivocados.
La solución no es otra que lograr una planificación adecuada y crear una estructura financiera diversificada que logrará una situación estable en nuestro balance, pudiendo hacer frente a pérdidas en momentos más complicados.