Las comunidades autónomas fueron las principales responsables del incumplimiento del objetivo de déficit en 2015. Éste ha sido el principal argumento con el que ha acudido este jueves por la mañana Cristóbal Montoro al Ministerio de Hacienda, a la presentación de las cifras de ejecución presupuestaria del pasado año. España ha vuelto a sobrepasar el límite impuesto por Bruselas y lo ha hecho en casi un punto.
Es un incumplimiento importante y que pone en cuestión el mensaje de fiabilidad que el Gobierno de Mariano Rajoy ha hecho suyo desde que llegó a La Moncloa. Quizás por eso, Montoro, mucho más serio que de costumbre, ha querido lanzar un mensaje de firmeza. Hay que corregir estas cifras ya mismo. El ministro ha avisado a las regiones de que aplicará desde ya, la Ley de Estabilidad Presupuestaria que aprobó en 2012 y que hasta el momento apenas se ha aplicado y que tampoco ha servido para contener los números rojos de las autonomías.
Casi podría decirse que precisamente Montoro llegó al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas con un lema: "El Estado somos todos". Con esto quería decir tres cosas: que el Gobierno no permitiría que ninguna región quebrase; que a cambio de su ayuda el Gobierno no consentiría que se desviaran de los objetivos generales; y en tercer lugar, que la excusa de José Luis Rodríguez Zapatero y Elena Salgado (que le echaban la culpa del incumplimiento del déficit a las regiones) era inaceptable, puesto que era su responsabilidad controlar a las autonomías. Todo eso ha saltado este jueves por la mañana por los aires.
De esta forma, en 2015, según las cifras de Hacienda, sólo Canarias, Galicia y País Vasco tuvieron un déficit inferior al 0,7% del PIB al que estaban obligadas. En el lado contrario, las comunidades con más déficit son Cataluña (-2,70%), Extremadura (-2,64%), Murcia (-2,52%) y Valencia (2,51%). Montoro ha sido especialmente duro con Cataluña y Valencia, a las que ha acusado de acumular la mitad del incumplimiento total y a las que ha advertido: "Los nuevos gobiernos sólo hablan de gastar, cada vez que llegan a un acuerdo es para gastar más. Parece que el consenso sólo sirve para hacer anuncios de gasto y eso perjudica a la recuperación económica".
En este sentido, Montoro ha puesto sobre la mesa dos medidas que se adoptarán de forma inmediata. Por un lado, mandará "una carta" a cada autonomía para que cada Ejecutivo regional apruebe "un acuerdo de no disponibilidad que garantice que los nuevos recursos [los 10.000 millones extra que el Gobierno les dará a través de los PGE] no vayan a incrementar el gasto, sino que vayan a no aumentar el gasto respecto a 2015. Vamos a exigir y hacer público el cumplimiento de la regla de gasto". Además, esto se complementa con la "obligación a los interventores para que mes a mes informen del cumplimiento de la regla de gasto para 2016".
Y no sólo eso. También aquellos que quieran acceder al Fondo de Liquidez Autonómica para financiarse tendrán que cumplir con una "condicionalidad aumentada" y ajustarse al "plazo medio de pago a proveedores" previsto por la ley. "La situación de las CCAA nos lleva a adoptar medidas, siguiendo la advertencia del 9 de marzo de la Comisión", ha explicado Montoro. Es decir, presionado por Bruselas, el ministro de Hacienda ha dado un golpe en la mesa. Ahora habrá que ver si le sirve para contener, por fin, las cifras de déficit de las CCAA y hacer que cumplan con el objetivo que tienen marcado, algo que hasta ahora ningún Gobierno ha conseguido.
Preguntado por si estas medidas podrían incluir todo lo previsto en la Ley (que recordemos que abre la puerta a la posibilidad de una intervención directa de las regiones incumplidoras), Montoro ha levantado un poco el pide del acelerador de la retórica: "Están en la ley [este tipo de medidas] como están en la normativa europea, pero confío en que no tengamos que aplicarlas", ha asegurado el ministro.
Eso sí, adelantándose a las posibles críticas de los Gobiernos autonómicos y a sus declaraciones contra los recortes, Montoro les ha mandado un mensaje muy claro: "No puede ser" que gobernar consista en decir "que las prioridades son todas y que alguien me financiará" ha afirmado, para continuar "un Gobierno no es estar lamentándose todo el día de que tienes necesidades de gasto. Gobernar es elegir. Si usted establece una prioridad de gasto, tiene que cambiar esa prioridad por otra".