Las grandes empresas españolas apuestan por las prejubilaciones. En los últimos meses, varias de las compañías más influyentes de nuestro país han lanzado procesos de prejubilaciones voluntarias con el objetivo de reestructurar y/o rejuvenecer sus platillas para aumentar su competitividad.
Los beneficios de estos procedimientos son varios comparados, por ejemplo, con otras modalidades de despido. La poca conflictividad con los trabajadores y sindicatos es uno de ellos, ya que normalmente cuentan con el beneplácito de los empleados (es voluntario) porque afecta a personas que se acercan a la edad de jubilación.
El ahorro de costes es otra ventaja. Y es que, muchas veces, las indemnizaciones que tendría que asumir la empresa por el despido individual, son tan altas que, haciendo números, le compensa seguir costeando parte del sueldo del trabajador unos cuantos años más, aunque prescinda su relación laboral con él. Además, también es una forma de prorrogar la indemnización en el tiempo.
229 trabajadores en Seat
La última empresa en llevar a cabo una reorganización similar ha sido Seat. La compañía de Martorell anunció la semana pasada que pondrá en marcha a partir del mes de abril un plan de prejubilaciones voluntario para sus trabajadores con 61 años o más. Según Seat, estos empleados serán sustituidos por personas más jóvenes.
Las prejubilaciones se llevarán a cabo mediante el sistema de contrato relevo, de forma que el trabajador prejubilado deberá realizar el 15% de la jornada anual (32 días al año) mientras que un trabajador de menor edad trabajará a tiempo completo. Los que decidan acogerse, percibirán un 85% del sueldo.
Desde CCOO aseguran que 229 trabajadores podrán acogerse a este procedimiento. Desde el año 2001, Seat lleva aplicando planes similares.
1.400 empleados en El Corte Inglés
El Corte Inglés también pretende "rejuvenecer su plantilla" mediante prejubilaciones. A finales de febrero, el gigante de los grandes almacenes anunció un plan de bajas voluntarias incentivadas para sus empleados mayores de 58 años. Se trata del primer proceso de estas características que lanza la compañía desde su fundación. Según los sindicatos, podrán acogerse entre 1.300 y 1.400 trabajadores.
Los requisitos para formar parte de los prejubilados es haber nacido entre el año 56 y el 57, en el caso de los trabajadores a tiempo completo, y entre el 54 y el 55, para los que tengan contrato parcial. Además, tendrán que tener un mínimo de 15 años de antigüedad y 35 años cotizados. Hasta que cumplan los 63 años, recibirán una retribución mensual del 70% del salario de 2015 (incluido incentivos).
7.000 enTelefónica
A finales de enero, Telefónica anunció que destinará 2.900 millones de euros a provisiones para costear su plan de bajas voluntarias para mayores de 53 años. La empresa señala que esta iniciativa se enmarca dentro de su plan de "transformación y simplificación" y que le permitirá ahorrar 370 millones de euros al año.
El programa empieza a partir del 1 de enero de 2016 y garantiza la percepción de una renta mensual equivalente al 68% del salario. Tiene la particularidad de que el prejubilado no pierde la vinculación con la empresa porque renueva cada año hasta que cumpla los 65. En ése periodo, puede decidir si se reincorpora a Telefónica. Para poder acogerse a él, se requiere una antigüedad de más de 15 años. Según los sindicatos entre 6.000 y 7.000 empleados podrán apuntarse.
No tendrán que hacer la aportación al Tesoro
La creó el Gobierno de Zapatero y la continuó el de Rajoy. La llamada enmienda Telefónica penaliza a las empresas que ofrecen prejubilaciones cuando lleven a cabo un despido colectivo. Así, si la empresa tiene más de 100 trabajadores y ha tenido beneficios en los dos años anteriores, tendrá que pagar una penalización al Tesoro Público.
"Los sistemas públicos de pensiones son inviables desde el punto de vista financiero, y ésta fue una solución para compensar que el Estado tenga que cubrir determinadas prestaciones", explica el socio director de Sagardoy Abogados, José Manuel Martín, a Libre Mercado. El experto asegura que el coste para las compañías de este pago al Tesoro va desde los 60.000 y los 90.000 euros por trabajador.
Pero según Martín, como las empresas mencionadas no están incluyendo las prejubilaciones dentro de ningún ERE, en principio no tendrán que efectuar la aportación al Tesoro. "Es una forma de evitar el pago", afirma. Eso sí, tampoco le generan ningún gasto al Estado.