Los registros de desempleo del mes de febrero publicados por el INEM y corregidos de estacionalidad -el paro sube o baja debido a la menor o mayor actividad de la economía en el mes del año, por lo que es recomendable corregir los datos de dicha estacionalidad- muestran que continúa la tendencia de descenso en el número de parados.
Lo previsible es que el dato corregido baje del umbral de los cuatro millones en marzo o abril, lo que indudablemente sería un hito pues habría que remontarse a febrero de 2010 para encontrar un registro inferior.
No obstante, y tal como se puede observar en el siguiente gráfico, habría que matizar que la economía española destruye y crea empleo a diferente velocidad. Así, en la época de crisis tardó apenas 20 y 16 meses en superar el límite de los tres y cuatro millones de desempleados, respectivamente.
En la actual fase de recuperación, y considerando el nivel alcanzado en abril de 2013 como de cinco millones -en realidad, fue 4,9 millones-, habría pasado un periodo de 36 meses para poder bajar de los cuatro millones.
En cuanto al descenso del desempleo en porcentaje, en los últimos meses se ha estabilizado en torno al 8% interanual, con la volatilidad del dato de cada mes en el 0,7% de descenso mensual.
Otro dato a destacar es que el sector Servicios permite una salida profesional para antiguos desempleados provenientes de otras actividades. En este sentido, los Servicios -es decir, antiguos empleados en ese sector- explican gran parte de la reducción del paro.
Sin embargo, si se compara con la serie de afiliaciones que publica el Ministerio de Empleo, el peso del sector Servicios es notablemente menor, mientras que para la Industria o la Construcción ocurre el proceso inverso.
¿Qué significa esta divergencia? Muestra, con todas las salvedades, que los Servicios funcionan como vía de reciclaje para parados que antiguamente trabajaron en la Industria o en la Construcción. Desde 2014, el sector Servicios explica el 88% del empleo creado, pero un porcentaje menor (48%) del que ya no está registrado en el INEM.
Una explicación de tal diferencia es que antiguos empleados en la Industria (su peso es del 8% del empleo creado, pero un 19% del descenso en el paro), y especialmente en la Construcción (5% y 33%, respectivamente), han encontrado un empleo en los Servicios tras caer en el paro.
Este ejercicio es bastante sencillo y está sujeto a muchas objeciones: dejar de estar en el INEM no tiene por qué significar que se ha encontrado empleo, los registros de desempleos son a fin de mes mientras que los de afiliaciones son un promedio etc… Pero trata de constatar con números una realidad económica.
El paro juvenil baja al mismo ritmo que el total
Por otro lado, tras meses en los que el desempleo entre los más jóvenes creció a un ritmo inferior que el total, en parte porque una mayor proporción de los aquéllos optó por la vuelta a los estudios, en los últimos meses ambos descienden a un ritmo similar.
En el primer trimestre de 2016, desempleo total y juvenil descienden un 2,3% en tasa trimestral, lo que puede indicar que, actualmente, es igual de sencillo -o complicado- encontrar empleo, con independencia de tener más o menos de 25 años.
De todas formas, aunque el desempleo de los más jóvenes se reduzca, el mercado laboral español no abandona los primeros puestos en cuanto a paro juvenil. En esta categoría obtiene el dudoso honor de sólo ser superados por Grecia.
En general, la tasa de paro, pese al descenso experimentado desde 2013, se sitúa en niveles muy elevados si se compara con la de economías de nuestro entorno.
Con datos de Eurostat del mes de enero, la tasa de paro en España es del 20,5% en comparación con un 10,3% en la eurozona. Esto es un diferencial de 10 puntos porcentuales, que es más del doble si se compara entre los menores de 25 años.