"Acuerdo para un Gobierno reformista y de progreso". El nombre del documento que PSOE y Ciudadanos han firmado este miércoles, como el de todos estos pactos, es muy grandilocuente, aunque en el contenido no hay demasiadas sorpresas.
Hablamos de 66 páginas y muchas propuestas. La pregunta del millón es si se escora más hacia el lado socialista o es más cercano al programa de los de Albert Rivera. Aquí cada uno tendrá su opinión. Lo cierto es que el acuerdo incluye elementos naranjas y rojos. Y deja fuera algunas de las promesas que más han dado que hablar en la campaña electoral.
Quizás los cambios más evidentes llegan en lo referente al mercado laboral. El pacto termina con la reforma del PP de 2012 y abre la puerta a un nuevo tipo de contrato dual (temporal-indefinido) que, en la práctica, lo normal es que termine siendo la vía de entrada a una especie de contrato único no tan diferente al que defendía Luis Garicano durante la campaña. Parece que en esta parte ha ganado el PSOE. En impuestos, quizás Ciudadanos se haya llevado el titular que quería (no se subirá el IRPF) pero existen más dudas porque hay muchas cuestiones abiertas: Patrimonio, nuevo impuesto a las grandes fortunas, Sociedades…
En cuanto al déficit público, los dos partidos defendían cumplir con Bruselas y al mismo tiempo pedir más margen a la UE. Y el nuevo documento confirma las dos cosas: es decir, hay un compromiso firme de no salirse del camino pactado con Bruselas pero se intentará que ese camino sea más fácil de recorrer. En esta línea, se incluye la reforma del artículo 135 de la Constitución (el que compromete al Gobierno con la Estabilidad Presupuestaria), que tampoco queda claro cómo quedará.
Por capítulos, las siguientes son las medidas más relevantes del documento:
Derogación de la reforma laboral
- Supresión de la prioridad absoluta del convenio de empresa sobre los convenios de ámbito superior en materia de jornada y salario base (salvo procedimientos de descuelgue establecidos).
- Ultraactividad: período máximo de 18 meses.
- Modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo: en el ámbito salarial, la cuantía máxima será del 5% durante 12 meses.
El documento firmado por Sánchez y Rivera acaba con la flexibilidad interna de las empresas que instituyó la reforma laboral de 2012. Lo hace en tres pasos: vuelve a dar prioridad a los convenios colectivos de ámbito superior (al menos en salarios), recupera la ultraactividad y limita mucho la capacidad del empresario de modificar las condiciones de trabajo de forma unilateral.
Modalidades de contratación
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Se reducen a dos (más uno de relevo y uno de formación). Los contratos temporales tendrán una duración máxima de dos años y una indemnización creciente (12-16-20 para los despidos objetivos y 20-25-33 para los improcedentes). A partir del tercer año se convertirán en un contrato indefinido.
No es el contrato único, pero podría terminar pareciéndose más de lo que aparenta a primera vista. Si introduces un contrato temporal con indemnización creciente que a los dos años tiene la misma indemnización que un indefinido, lo lógico es que todos los nuevos contratos comiencen siendo temporales de dos años y luego se transformen a indefinidos al llegar a ese límite. Vamos, todo apunta a un contrato único un poco retocado para que no se pueda titular que aprueban un contrato único.
(** ACTUALIZACIÓN: tras unas horas de confusión sobre el coste de los despidos improcedentes, finalmente PSOE y Ciudadanos han rectificado la primera redacción del texto. En la actualidad, todos los contratos (fijos y temporales) tienen el mismo coste de despido improcedente (33 días por año trabajado). En el caso de los contratos temporales, esto es algo casi anecdótico, porque el número de contratos que se resuelven por esa vía es ínfimo. Los contratos temporales se terminan, en su inmensa mayoría, por finalización del período pactado. Sin embargo, a lo largo de la tarde del miércoles, Podemos hizo bandera de ese error de los redactores del pacto para proclamar que "se abarataba el despido". El PSOE rectificó, con la aceptación de Ciudadanos, y ahora ya no habrá una escala de 20-25-33 días, sino que todos los contratos tendrán las mismas condiciones para el despido improcedente: 33 días.)
Impuestos
- "No subir el IRPF y reformarlo para reducir la tributación de las rentas del trabajo "cuando la situación presupuestaria lo permita".
- "Reformar en profundidad el Impuesto de Sociedades con el objetivo de acercar la tributación efectiva a los tipos nominales".
- "Impuesto extraordinario sobre las grandes fortunas".
- "Armonizar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y el de Patrimonio, estableciendo unas horquillas y bases de tipos mínimos".
- "Nuevo sistema de cotización en función de los ingresos reales del autónomo".
- Pensiones: "Impulsar en el seno del Pacto de Toledo un acuerdo sobre la articulación del modelo de financiación del sistema con ingresos procedentes del sistema tributario".
En impuestos, los perdedores están claros: serán los autónomos, que tendrán que pagar más cotizaciones. Hay dudas sobre cómo se articulará en Sociedades esa propuesta de igualar "tributación efectiva y nominal" y también en qué quedará ese nuevo impuesto a las grandes fortunas y el límite mínimo de Patrimonio.
Lo que sí deja claro el documento es que subirán los impuestos especiales. Los más destacados, los que tienen que ver con la energía y el medio ambiente. A lo largo de todo el texto se apunta a la creación de este tipo de tributos. Además, podría haber un nuevo impuesto para equilibrar las cuentas de la Seguridad Social. Y un apunte: la única bajada de impuestos directa que aparece en todo el documento es para... el IVA cultural. El lobby del cine se sale con la suya.
Cuentas públicas
- Mantener un firme compromiso con la estabilidad presupuestaria y el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.
- Cumplir los nuevos objetivos de déficit que se negocien con las autoridades europeas, situando el déficit por debajo del 3% en 2017.
- Dentro de la reforma de la Constitución, el acuerdo incluye el siguiente punto: "Determinación del alcance de la estabilidad social del Estado a que se refiere el artículo 135 como criterio que justifica la superación de los límites de déficit y deuda pública".
PSOE y Ciudadanos cumplirán con Bruselas, pero le pedirán más margen. Nada de esto es nuevo, lo lleva haciendo el PP desde hace cuatro años (incumplir el objetivo de déficit y pedir en la UE que hagan la vista gorda) y estaba en el programa de los dos partidos.
Complemento Salarial y rentas mínimas
- "Reconocer en la Ley General de la Seguridad Social un Ingreso Mínimo Vital como prestación no contributiva para atender la situación de necesidad de las familias que carecen de todo ingreso económico".
- "El nuevo complemento salarial tendrá naturaleza de crédito fiscal, que se prestará como prestación complementaria a los hogares con rentas más bajas. Su cuantía variaría en función del valor de los ingresos salariales de la persona principal y la situación familiar de ésta, siempre que el montante total de ingresos se encontrase por debajo de un determinado umbral".
Ni para ti ni para mí. Ciudadanos y el PSOE no llegan al Complemento Salarial prometido por Garicano en campaña pero sí aprueban algo en esa dirección. Se habla de 7.000 millones de financiación: la mitad para el Complemento y la otra mitad para el ingreso mínimo vital que querían los socialistas.
Liberalizaciones
- "Eliminación de las trabas a los emprendedores y a la creación de empresas con el objetivo de estar en el top 10 del ranking Doing Business a final de legislatura".
- "Medidas para aumentar el tamaño empresarial" como la "elevación de umbrales en el plano impositivo y contable para incentivar el incremento de tamaño empresarial".
- "Reforma de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, dotándola de mayor independencia funcional y recursos".
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"Reformar la Ley de Segunda Oportunidad para facilitar el acceso a la misma a emprendedores y microempresarios".
Quizás la parte en la que habrá habido más consenso. Luis Garicano y Jordi Sevilla están de acuerdo en que lo que necesita España es más flexibilidad, menos burocracia y unos organismos reguladores independientes. Y en el documento que han pactado han asegurado que lo conseguirán.