La Agencia Tributaria pretende renovar nuevamente este año el Plan Especial de Intensificación de Actuaciones para superar los objetivos de lucha contra el fraude presupuestados para este año y que asciende a unos 11.300 millones de euros, según dijeron a Europa Press en fuentes de los sindicatos presentes en el organismo. En 2014 la Agencia Tributaria puso en marcha el citado plan para incrementar la recaudación.
Una de las medidas con contempla dicho plan es que el personal de Hacienda que se sume voluntariamente cobrará más complemento de productividad si se alcanzan los objetivos de recaudación estipulados. Sin embargo, la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) denuncia que este sistema podría denominarse "bonus por cuotas tributarias descubiertas", ya que no persigue específicamente el fraude fiscal.
Además, estos expertos consideran que el plan diseñado por Hacienda "no parece el mejor en un ámbito como el tributario donde, no puede olvidarse, imperan los principios de justicia, generalidad, progresividad, equitativa distribución de la carga tributaria y no confiscatoriedad".
Así, si bien incentivar a los funcionarios de la Agencia Tributaria a que trabajen "es positivo", ha de "hacerse bien, todo ello en beneficio de la seguridad jurídica que debe inspirar todo procedimiento, especialmente cuando una de las partes es la todopoderosa Administración Tributaria".
Según Aedaf, "la lucha contra el fraude no puede servir de manto para establecer cualquier regla y de cualquier modo, empezando porque no todo lo que se descubre por parte de la AEAT constituye como tal un fraude fiscal. Para que exista fraude se exige que haya un verdadero ánimo de obtener una ganancia a través de lo artificioso o lo engañoso. No es lo mismo la ocultación o la utilización de facturas falsas que la deducción de las cuotas soportadas por la compra de un vehículo utilizado para trabajar".
En este segundo caso puede haber una "discusión interpretativa entre Hacienda y el contribuyente sobre la procedencia de la deducción o su valor, pero no puede decirse directamente que hay fraude: simplemente hay una diferencia de criterios en donde, por cierto, no siempre tiene la razón la AEAT", aclara. De hecho, "mucho del llamado fraude descubierto por la AEAT es posteriormente corregido por los tribunales, pero nos tememos que esa corrección no genera una devolución de su sueldo por parte del inspector liquidador".
Por ello, desde Aedaf se considera "fundamental que los funcionarios de la AEAT estén correctamente retribuidos y, si hace falta, motivados económicamente, pero pensamos que dichos incentivos no deben estar necesariamente alineados con las cuotas tributarias descubiertas".
Un sistema de "bonus por alta recaudación es no sólo perjudicial para los contribuyentes sino también para los propios inspectores que preferirán llevar muchas inspecciones de poca cantidad dejada de ingresar, pero con fácil resolución/detección, que una inspección larga y costosa en una mediana o gran empresa en donde quizá la cuota descubierta, si la hubiese, sería muy alta, pero de mayor dificultad en su detección", añade Aedaf.
"Las horas incurridas, el número de comprobaciones o inspecciones realizadas, la dificultad de las mismas, el interés en el desempeño de su labor, la formación recibida, el número de gestiones resueltas en temas de gestión y no tanto el número de contribuyentes atendidos (que sin duda no es lo mismo), etc. deberían ser los parámetros a valorar y calibrar para fijar una remuneración variable, insistimos, no sólo en beneficio de los contribuyentes sino también de los distintos colectivos de la Administración tributaria", concluye dicha entidad en un comunicado.