Varapalo al mercado de tabaco español. Altadis, fabricante de marcas como Fortuna, Ducados o Nobel, ha anunciado que va a cerrar su fábrica de La Rioja, lo que implicará el despido de 471 empleados, la mitad de su plantilla.
Con esta decisión, la compañía resultante de la fusión de la antigua Tabacalera española y la francesa Seita pondrá fin a la actividad de la única fábrica de cigarrillos que le quedaba en nuestro país.
Situada en el polígono industrial de El Sequero, a 18 Kilómetros de Logroño, la planta empezó a funcionar en junio del año 1978. En sus 214.694 metros cuadrados de superficie, la factoría, con capacidad de producir unas 150 millones de unidades al día, en 2010 fabricó 29.000 millones de cigarrillos. De esta cifra, más del 80% correspondió a cigarrillos rubios y el 26,4% se destinó a la exportación.
Ahora, el último vestigio de producción tabaquera que mantendrá la compañía en España será la fábrica de Cantabria, especialista en la fabricación de puros y puritos mecanizados. Farias, Dux o Vega Fina son algunas de las enseñas que seguirán siendo made in Spain. En esta planta, situada a las afueras de Santander, trabajan unos 250 empleados.
Los motivos del cierre
"No podíamos seguir fabricando un producto que no se vendía", aseguran fuentes de Altadis a Libre Mercado. Desde la compañía, lo tienen claro, "la razón del cierre ha sido la caída de ventas", explican.
En un comunicado, la empresa tabaquera ha explicado que en los últimos 5 años se ha producido una caída de las ventas de cigarrillos del 42,4%, "que ha provocado que se esté utilizando en estos momentos menos de la mitad de la capacidad de la fábrica y que por tanto, su actual volumen deba ser asumido por otra fábrica del Grupo Imperial Tobacco (propietario de Altadis)".
El negocio de Altadis ha caído a tal velocidad que, en los últimos 6 años, ha tenido que cerrar 12 de las fábricas que tenía en España, "lo que ha afectado a 6.000 empleos", relatan.
Altadis no duda en señalar los motivos principales que explican la caída de ventas. Son los siguientes:
- Subidas de impuestos: en la última década, los gobiernos de PSOE y PP han venido incrementado sistemáticamente la fiscalidad de los cigarrillos hasta que se han convertido en el producto más gravado de España, lo que ha disparado su precio. Además del correspondiente IVA al 21%, el tabaco soporta un impuesto específico, que se aplica por unidad de producto (cigarros, cigarrillos o kilos) y otro ad valorem, que consiste en un porcentaje sobre el precio de venta al público (PVP). Además, también existe un tipo mínimo, que es una cantidad fija que debe tributar siempre que la combinación de los tipos anteriores no alcance su cuantía. En definitiva, el 77% el precio de la cajetilla corresponde a impuestos.
-Contrabando de tabaco: el aumento del coste del tabaco y la crisis económica han hecho aflorar una alternativa al estanco: el contrabando de tabaco. Cuando hablamos de este término, existen dos prácticas. La más antigua es introducir los cigarrillos desde lugares fronterizos donde el tabaco tiene una ventaja fiscal respecto a la española o peninsular (como Gibraltar, Andorra o Las Islas Canarias) y, por tanto, es mucho más barato. La segunda es la más preocupante para las autoridades. Se trata de tabaco falsificado procedente, sobre todo, de China, sin ningún control sanitario. Según Altadis, el 10,6% de los cigarrillos de España son ilegales.
- Ley Antifumadores y concienciación sanitaria: la Ley Antitabaco que aprobó el gobierno de Zapatero y que prohibía fumar en espacios públicos es otro de los factores que han influido en la disminución del consumo por parte de los fumadores. Además, la sociedad ha ido tomando todavía más conciencia de los efectos nocivos del tabaco y se ha reducido el número de fumadores.
- Menos exportaciones: según Altadis, también se ha producido una bajada de las cifras de exportación a diversos destinos de Oriente Medio provocada por la situación bélica de la zona, principalmente en Irak y Siria.