El discurso habitual de la extrema izquierda suele cargar las tintas contra las grandes empresas y las grandes superficies comerciales. Partidos como Podemos van más allá y abogan por imponer tasas y tributos a estas sociedades, en línea con lo que ha aprobado diversos gobiernos municipales y regionales alineados con la formación morada.
Sin embargo, ese discurso choca con lo que revela el inmovilizado de las cuentas del partido que lidera Pablo Iglesias. Y es que Podemos ha confiado sus compras de muebles y de equipamiento tecnológico a este tipo de negocios que tanto critica.
Así, si nos fijamos en los gastos en mobiliario que ha realizado Podemos, vemos que buena parte han sido compras a IKEA. De hecho, de los 6.555 euros desembolsados por este concepto, casi 5.700 han ido a parar a la multinacional sueca.
De hecho, solamente constan 320 euros consignados a un proyecto empresarial de corte "social", a pesar de que este tipo de sociedades suelen ser ensalzadas por Podemos como ejemplo a seguir.
Algo similar ocurre con las compras informáticas de Podemos. Esta vez la gran empresa que sale beneficiada es Media Markt, que concentra buena parte de los 4.720 euros que el partido de Pablo Iglesias ha dedicado a estas adquisiciones:
Ni siquiera en los automóviles de la formación nos encontramos con gastos que guarden la menor coherencia con el discurso de Pablo Iglesias y los suyos. Y es que, en vez de modelos "verdes", los dos coches que figuran en las cuentas son de lo más normal y corriente: una furgoneta Ford Tourneo Connect 1.8 TDCI y un Renault Megane 0054HZG.