El barril del crudo Brent cotizó el viernes por debajo de los 30 dólares por primera vez desde marzo de 2004, debido a la inquietud de los inversores sobre la economía china y el exceso de la oferta. Los precios del petróleo acumulan más de año y medio de caídas debido a un exceso de oferta de los mercados, pero ahora se ha añadido la preocupación por las turbulencias financieras en China, segundo consumidor mundial del oro negro.
En concreto, desde mediados de 2014, el barril de crudo se ha hundido más de un 70% y, de momento, no hay perspectivas de repunte. Los países productores de la OPEP no se ponen de acuerdo a la hora de recortar los niveles de producción, actualmente en máximos históricos, ya que Arabia Saudí, cuyo coste de extracción es muy inferior al del resto de miembros, tiene interés en mantener una política de precios bajos con el fin de dañar a su principal competencia, la industria del fracking estadounidense.
A ello se suma, además, el hecho de que Irán empezará también a vender crudo en el mercado internacional tras el levantamiento de las sanciones por su programa nuclear. Si a este contexto de sobreoferta se le añade, por otro lado, las malas perspectivas económicas que presenta China y el resto de potencias emergentes, el cóctel para la caída de precios del petróleo está servido.
"Parte de la solución, no del problema"
Desde este punto de vista, el precio del petróleo es una señal, un reflejo de que algo no va bien en la economía mundial, pero no todo son malas noticias. La reducción de este importante coste energético beneficia al 75% de la economía mundial.
El petróleo barato es una "gran ventaja" para multitud de países importadores netos de crudo, incluyendo a grandes potencias como Europa, EEUU, Japón, China e India, tal y como indica la firma de inversión Berenberg. El ahorro derivado de los bajos precios del petróleo ayudarán a impulsar el consumo y el crecimiento de estas economías. "Para la economía mundial, el petróleo barato es parte de la solución, no parte del problema".
"Operación quirúrgica" en el sector
Sin embargo, el desplome del crudo es muy preocupante para los países productores (mercados emergentes) y para el propio sector. Todo ello está impactando de forma muy sustancial en las empresas del sector. Las grandes petroleras ya han anunciado importantes recortes de plantilla y la suspensión de numerosos proyectos de prospección con el fin de adaptarse a la nueva situación.
Según la consultora Wood Mackenzie, el sector del petróleo y del gas ha pospuesto o cancelado inversiones por valor de 380.000 millones de dólares desde 2014, incluyendo unos 170.000 millones en proyectos previstos entre 2016 y 2020.
El impacto sobre las compañías energéticas está siendo "brutal", según Angus Rodger, analista de la firma. "Lo que empezó a finales de 2014 como un recorte del gasto discrecional en proyectos de exploración y pre-desarrollo se ha convertido en una operación quirúrgica completa para reducir todos los gastos operativos y de capital no esenciales".
¿Cuánto bajará el petróleo?
En los últimos días se han sucedido las previsiones acerca de la evolución del crudo a corto y medio plazo, hasta el punto de avanzar un precio próximo a los 10 dólares por barril. Su futura cotización dependerá de múltiples factores, pero, en términos reales -descontando la inflación y tomando como referencia el dólar de 1998-, el petróleo registra hoy su precio más bajo desde 2002.
Si se toma como referencia el Saudi Light Crude (Arabia Saudí), uno de los principales productos petrolíferos que componen la canasta de la OPEP, su precio real es todavía más bajo, ya que cotiza en torno a los 17 dólares, un nivel no visto desde principios de la pasada década y propio de los años 80.
En este ámbito, desde Berenberg señalan que, a medio plazo, el precio real tenderá a su media histórica de 45 dólares por barril, aunque podría llevar tiempo. Tal y como refleja el siguiente gráfico, el aumento que experimentó el crudo la pasada década (descontando siempre la inflación) fue más largo y pronunciado que durante la última crisis del petróleo, registrada a finales de los 70.