El Instituto Ifo es quizá el think tank más influyente de Alemania. Radicado en Munich y fundado en 1949, este laboratorio de ideas se coloca año tras año a la cabeza de las instituciones que más influyen la agenda de los dirigentes políticos teutones.
Su presidente, Hans-Werner Sinn, tiene claro que la llegada de miles de refugiados a Alemania exige una reflexión seria sobre los retos económicos que se derivan de la asimilación de estos nuevos residentes.
En su opinión, "hay que abrir una nueva agenda de reformas orientada a convertir esta crisis en una oportunidad. Son necesarios cambios radicales para garantizar que nuestro modelo socioeconómico sigue siendo sostenible".
El primer paso que ha sugerido el Instituto Ifo supondría la eliminación del recién creado salario mínimo. "Si queremos evitar tensiones sociales, es fundamental que quienes llegan a nuestro país pueden integrarse de manera efectiva en el mercado de trabajo", señaló el presidente del think tank.
Por otro lado, el Instituto Ifo tiene claro que la llegada de los refugiados "genera una presión bajista en los salarios de los trabajadores y se traduce en un aumento de la desigualdad de ingresos, ya que ese efecto no se da en el segmento de rentas medias-altas".