La grandes empresas petroleras han indicado que reducirán sus inversiones y tratarán de reducir gastos ante la persistente caída del precio del crudo, que el lunes bajó de los 32 dólares en Londres por primera vez desde abril de 2004.
Los precios del petróleo agudizaron su desplome la semana pasada ante las turbulencias financieras en China, segundo consumidor mundial de crudo, mientras que continúa la preocupación por el exceso de oferta en el mercado. La tensión política entre Arabia Saudí e Irán, dos de los mayores productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), dificulta alcanzar un acuerdo para limitar el techo de producción del cártel.
La petrolera británica BP anunció, por un lado, este martes que recortará 4.000 empleos a nivel global para hacer frente a la caída del precio del petróleo, que ronda los 31 dólares por los temores sobre la economía china y la sobre oferta en el mercado.
La multinacional dijo que la depreciación del crudo, que se ha devaluado un 70% en un año y medio, le obliga a reducir el gasto en las áreas de exploración y producción, donde se propone "simplificar la estructura y ahorrar costes sin perjudicar la seguridad", dijo un portavoz a la cadena pública británica BBC.
Esta fuente precisó que, tras la supresión de estos puestos de trabajo durante este año, la fuerza laboral de la empresa en esos departamentos quedará por debajo de 20.000 personas, de una plantilla total de 80.000. BP aseguró que sigue comprometida con la extracción de petróleo en el mar del Norte e indicó que este año invertirá 4.000 millones de dólares en sus operaciones en el Reino Unido, donde ejecutará unos 600 despidos.
Petrobras reduce un 24,6% sus inversiones
La petrolera brasileña Petrobras, por su parte, anunció una reducción del 24,6% de las inversiones que tenía previstas hasta 2019 y la consecuente disminución de la meta de producción que se había impuesto para los próximos años ante la necesidad de adecuarse a la caída de los precios del crudo.
La mayor empresa de Brasil y responsable de cerca de la décima parte del PIB del país, informó en un comunicado de que redujo su plan de inversiones para el período 2015-2019 desde los 130.300 millones de dólares anunciados el año pasado hasta 98.400 millones de dólares.
La petrolera agregó que, ante esas reducciones para adecuarse a la nueva coyuntura, con precios del petróleo en sus mínimos en varios años y el dólar en valores máximos frente a la moneda brasileña, ya no espera alcanzar una producción de 2,8 millones de barriles por día en 2020 sino de 2,7 millones de barriles diarios.
La meta de producción para este año se redujo desde 2,185 millones de barriles diarios hasta 2,145 millones por día, una disminución del 1,8%. Petrobras aclaró que el recorte de 32.000 millones de dólares en su plan de inversiones fue necesario para compensar el efecto cambiario, que encareció el plan en 10.700 millones de dólares, y con una reducción de 21.200 millones de dólares en su cartera de proyectos hasta 2019.
La meta de los ajustes es "preservar los objetivos fundamentales de reducción de la dependencia de la deuda y de generación de valor para los accionistas establecidos en el plan de inversiones 2015-2019", según el comunicado. En el mismo comunicado, Petrobras informó de que concluyó 2015 con una producción récord de 2,128 millones de barriles de petróleo diarios, por encima de los 2,125 millones inicialmente previstos. La producción del año pasado fue un 0,15 % superior a la prevista y un 4,6 % mayor que la de 2014 (2,034 millones de barriles diarios).
La petrolera aclaró que su prioridad fue no aplicar recortes en la exploración y producción, especialmente en el presal, una gigantesca frontera de reservas descubierta por la empresa en aguas muy profundas del océano Atlántico por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor.
La estatal dijo que el nuevo plan no altera su propósito de realizar desinversiones por hasta 15.100 millones de dólares en el bienio 2015-2016, de las que ya se realizaron ventas por 700 millones de dólares. Petrobras inició en 2015 un proceso de venta de activos y reestructuración para reducir su tamaño, enfrentar una grave crisis provocada por el escándalo de corrupción del que es protagonista y adecuarse a una coyuntura negativa.
La empresa calcula en cerca de 2.000 millones de dólares sus recursos desviados por la red de corrupción destapada en 2014 y que ha salpicado a una veintena de grandes compañías privadas y a medio centenar de políticos, incluyendo ministros, senadores y diputados principalmente de los partidos oficialistas. La compañía inicialmente trabajaba con un precio del petróleo brent de 60 dólares por barril para finales de 2015, pero este tipo de crudo ya está por debajo de los 31 dólares, su menor precio en más de una década.
Petrobras también tiene como desafío equilibrar su deuda neta, que creció significativamente (101.273 millones de dólares en septiembre pasado) y cuyo elevado valor obligó a las agencias de calificación a reducir la nota de riesgo de la empresa. En el aumento de la deuda ha incidido principalmente la fuerte depreciación del real frente al dólar, que fue del 48,3 % el año pasado.