El terremoto bursátil que están sufriendo los mercados en los primeros días de 2016 está relacionado con factores externos como la debilidad de la economía china o la caída de los precios del petróleo. También influyen negativamente otros aspectos como la crisis brasileña o las tensiones geopolíticas en Medio Oriente o la península de Corea.
No obstante, al margen de la influencia que tienen estas dinámicas internacionales, España también cuenta con sus propios factores de incertidumbre, centrados, sobre todo, en materia políitica, lo cual se ha traducido en la paralización de ciertas inversiones extranjeras y una mayor inversión en el exterior por parte de los ahorradores españoles.
Así, por ejemplo, la balanza de pagos del Banco de España revela que los inversores sacaron de España 41.400 millones de euros entre los enero y octubre de 2015. Esta cifra supone un aumento considerable que llega al 140% en comparación con el mismo período del ejercicio anterior (17.100 millones).
Esto significa que los ahorradores españoles han adquirido unos 41.000 millones de euros más de activos extranjeros que los préstamos recibidos desde el exterior, evidenciando así que España ha perdido atractivo inversor, coincidiendo con el auge político de la extrema izquierda y del separatismo catalán.
Las gestoras repliegan velas
Los datos de la CNMV que registran los movimientos de los fondos y las sociedades de inversión extranjeras también apuntan en esta dirección. A lo largo del tercer trimestre del año, estas gestoras replegaron velas en España por valor de casi 16.000 millones de euros.
Antes del verano, el volumen total gestionado por estas instituciones financieras superaba los 101.000 millones de euros, mientras que la cifra final para septiembre reducía esta cantidad un 15%, hasta colocarse por encima de los 85.000 millones.
Y también ocurre algo parecido con las Sicav. De acuerdo con los últimos datos publicados por la CNMV, las sociedades de inversión de capital variable han destinado al extranjero más de 19.000 millones frente a los 9.500 que han confiado al mercado doméstico.
Hace un año, la diferencia entre el patrimonio invertido dentro o fuera de España era mucho menor: el peso de las posiciones en el extranjero era superior en 4.000 millones, frente a la brecha de 10.000 millones de euros que se observa ahora. En términos interanuales, el patrimonio invertido en nuestro país baja un 13% mientras que los fondos consignados al exterior han subido un 7%.
Cae la inversión extranjera directa
Otro punto a tener en cuenta es que la inversión extranjera directa ha bajado de forma sustancial, al pasar de 34.000 a 18.000 millones de euros entre 2014 y 2015, según los bancos de España, lo cual indica que las empresas extranjeras están invirtiendo menos en España, coincidiendo con el ambiente de incertidumbre política que se inició tras las pasadas elecciones municipales y autonómicas de mayo.