El gobierno de Barack Obama ha pasado al ataque y ha presentado una agresiva demanda medioambiental contra el fabricante alemán Volkswagen por el escándalo de la manipulación de las emisiones contaminantes.
La denuncia, canalizada por la vía civil, fue redactada por el Departamento de Justicia del mandatario demócrata y ya está en manos del tribunal federal de Detroit, en el Estado de Michigan. La instancia administrativa que firma la demanda es la Agencia de Protección Medioambiental (EPA por sus siglas en inglés).
El Ejecutivo de Obama entiende que Volkswagen entorpeció los sistemas de control de las emisiones en cerca de 600.000 coches, lo que habría violado la Ley de Aire Limpio, una polémica norma federal que entró en vigor en 1970.
La indemnización que exige el gobierno asciende a la friolera de 80.000 millones de dólares, muy por encima de los 18.000 millones que se habían manejado en primera instancia. La mareante cifra que maneja Obama choca frontalmente con todos los precedentes conocidos: la multa más alta que se ha registrado fue de 265 millones de dólares y afectó a Honda. A continuación figuran sanciones de 100 millones a Hyundai y Kia o multas de 45 millones a Cadillac.
"Con esta presentación de demanda, damos un paso importante para proteger la salud pública buscando que Volkswagen rinda cuentas por cualquier ilegalidad sobre la contaminación del aire", declaró Cynthia Giles, alto cargo del Departamento de Justicia.
El fabricante alemán también es objeto de demandas colectivas impulsadas por parte de consumidores particulares, por lo que la cifra final reclamada a Volkswagen podría ser aún más abultada.