El año 2015 iba a ser la niña bonita para el Ibex 35, pero se ha convertido en el peor ejercicio del selectivo madrileño desde 2011. Los mercados confiaban en que las políticas expansivas del Banco Central Europeo (BCE) fueran a provocar una festín de ganancias en las plazas del Viejo Continente, aunque no contaron con la larga lista de imprevistos que se sucederían.
Al final, las bolsas europeas han logrado recuperarse y una gran mayoría cerrará el año en positivo. El farolillo rojo es Grecia, pero la sorpresa es España.
Al cierre de la última sesión del año, el Ibex 35 registra unas perdidas del 1% y se sitúa en los 9.544 enteros. OHL ha encabezado las pérdidas de la última sesión del año con un recorte del 3,28%, seguido de Acerinox (-2,82%) y Mapfre (-2,2%). Tampoco han conseguido aguantar el tipo DIA (-2,03%) y Sacyr (-1,99%). Tan solo tres valores han logrado cerrar al alza: Bankia, que ha ganado un 0,84%, Abertis (+0,41%) y ACS (+0,27%).
En el acumulado del año el selectivo madrileño deja atrás el 2015 con una caída del 7,15%, después de dos años consecutivos de ganancias. El Ibex 35 terminó 2011 con una caída del 13,11%.
El Ibex obtiene así el peor resultado de los principales valores de Europa, sólo después de Grecia, que pierde un 26%. En el lado contrario, se sitúan Alemania, Francia, Italia e incluso, Portugal, con alzas que rondan los dos dígitos.
Los motivos del desastre
Hasta abril todo iba bien. "Fue un primer trimestre espectacular y luego, entre agosto y septiembre, llegó el horror con China", asegura la directora de análisis de Renta 4, Natalia Aguirre, a Libre Mercado.
Pero antes de la debacle china, vino la crisis griega, donde la salida del país del euro estuvo sobrevolando varias jornadas sobre los mercados. Ya en agosto, la desaceleración del gigante asiático desató un grave desplome en la bolsa china que afectó a todos los mercados mundiales.
A ello se unió la caída del precio del petróleo, que ha provocó más turbulencias. Actualmente, los precios del crudo rozan mínimos de hace una década.
"Ha sido un año de una enorme volatilidad, con rangos muy amplios de movimientos, y prevemos que 2016 siga siendo muy volátil. No estamos en un mercado de comprar y mantener, hay que estar muy pendiente de todo lo que suceda, pero la renta variable es donde hay que estar", asegura Aguirre.
"El mercado apostaba por PP-Ciudadanos"
A todos estos factores, que han influido tanto en la bolsa española, como en las extranjeras, hay que añadirle el caso particular de España.
La alta exposición de las empresas españolas en Latiomérica, donde muchos de sus países han visto frenada su actividad, es una de las claves que señalan los analistas.
El elevado peso de la banca en el Ibex 35 (es el 32% del índice) es otra. "Con unos tipos de interés en mínimos, unos márgenes cada vez más estrechos y unas exigencias de capital y provisionamiento mucho mayores, el negocio de la banca está atravesando un momento muy complicado", explica la experta.
Y el factor que ha marcado este nefasto mes de diciembre ha sido las elecciones generales. "Tener un Parlamento fragmentado, que no es capaz de formar gobierno, crea mucha incertidumbre en los mercados", señala la directora de análisis de Renta 4.
En la primera sesión tras la celebración de los comicios, el selectivo madrileño se desplomó un 3,6%. Pero aunque la bolsa española tiene la costumbre de caer después de unas elecciones, "estas han sido unas elecciones distintas a todas las demás", matiza la experta. El mercado "apostaba por un PP-Ciudadanos, pero con estos resultados, se vuelve a mirar a España y a poner en tela de juicio si será capaz de cumplir con las reformas comprometidas y con los objetivos de déficit".