El portugués Novo Banco, escisión del colapsado Banco Espírito Santo (BES), confirmó que reforzará su capital en casi 2.000 millones de euros a costa de sus grandes inversores obligacionistas (acreedores de deuda a largo plazo), de acuerdo con las instrucciones del regulador bancario de Portugal.
El Novo Banco está "en condiciones de cumplir con los requisitos de capital resultantes de los ejercicios efectuados por las Autoridades de Supervisión", comunicó al mercado la entidad, que destacó que la decisión del regulador "protege a los depositantes".
En una medida inédita, el Banco de Portugal ha determinado retransmitir (del Novo Banco) para el BES (hoy "banco malo") la responsabilidad por las obligaciones no subordinadas (largo plazo) por este emitidas y que se destinaron a inversores institucionales. El objetivo es que el Novo Banco, que ya recibió una inyección pública de 4.900 millones de euros cuando se creó en agosto de 2014, pueda cumplir con las nuevas normativas de solvencia europeas, que había suspendido el pasado noviembre en el escenario más adverso.
De este modo, el Banco de Portugal (BdP) optó por recolocar 1.985 millones de euros que debían ser reembolsados a grandes inversores en el banco"malo", que mantiene las siglas del BES y que es un vehículo de liquidación en el que difícilmente se recupera lo invertido. "Por esta retransmisión, el Novo Banco dejó de ser el deudor responsable por las referidas emisiones de obligaciones, que pasan a integrar el balance del BES", explicó el BdP, que detalló que son emisiones que vencen en 2016, 2017, 2018, 2019 y 2024.
No se ha divulgado la identidad de los inversores, aunque por su calidad de ser "institucionales", se trata de grandes fondos de inversión, fondos de pensiones, instituciones financieras y otros grandes inversores. En un primer momento, todos ellos habían salvaguardado sus participaciones en el antiguo BES, a pesar del colapso y posterior intervención del banco en agosto de 2014. Se determinó entonces que todos los inversores en deuda a largo plazo (obligaciones) iban a estar a salvo y se llegó a colocar sus activos en el NovoBanco, la escisión saludable del BES.
Ahora, sin embargo, el regulador bancario, de acuerdo con las reglas europeas aprobadas en 2012, da marcha atrás y reconoce que prefiere penalizar a los grandes inversores antes que "al sistema bancario o a los contribuyentes". El tercer mayor banco luso en volumen de activos ya fue recapitalizado en el momento de su creación, en agosto de 2014, con un préstamo estatal de 3.900 millones de euros y otros 1.000 millones procedentes del sistema financiero luso. Tras un primer intento de venderlo sin éxito, el Banco de Portugal tiene previsto relanzar su venta próximamente.