"Cuando hablamos de impuestos, somos la única fuerza política que hace propuestas claras". Pablo Iglesias, lunes 7 de diciembre, Debate en Atresmedia, minuto 30.
Como apuntamos el pasado viernes, una de las obsesiones de Podemos a lo largo de esta campaña electoral ha sido transmitir seriedad. La formación morada ha sufrido en el último año y medio muchas críticas por lo poco realistas de sus propuestas. Desde la famosa renta básica (que ha entrado y salido de sus documentos) hasta los 134.000 millones de gasto extra que contiene su programa electoral para el 20-D: la posibilidad de pagar todas estas promesas siempre ha generado dudas.
Quizás por eso, el partido de Pablo Iglesias se presentó a los comicios del 20-D con un programa electoral que contiene una Memoria Económica. Es algo no muy habitual en España y Podemos es el único de los cuatro grandes que llega a este nivel de detalle. Pero lo importante no es presentar una Memoria, sino que los datos que ésta contiene sean consistentes. Y como explicaba Juan Ramón Rallo hace unas semanas, los cálculos de crecimiento que la formación morada hace parecen muy poco realistas:
Consideran que la recaudación en 2019 será 150.000 millones de euros superior a la actual, de modo que se podrá autofinanciar todo el incremento propuesto del gasto e incluso reducir el déficit. Para llegar a esa cifra necesitan presuponer que el PIB español crecerá en términos nominales un 25%. Descontando la inflación prevista para este período, estamos hablando de un crecimiento real del 21% a lo largo de cuatro años: es decir, un crecimiento media del 5% anual (unas tasas acumuladas que ni siquiera experimentamos a lo largo de la burbuja inmobiliaria).
El IVA de lujo
En este sentido, hay que reconocer que en cuando se habla de tributos, no es fácil calcular cuánto subirá o bajará la recaudación tras un cambio. Por eso, se asume que estas memorias son una estimación, más que un compromiso cerrado (probablemente nadie pedirá nada a Podemos si dentro de cuatro años estos cálculos no se cumplen). Eso sí, al menos se exige que haya un mínimo de conexión con la realidad.
En este sentido, destaca la propuesta 049 del programa, la referida al IVA, de la que ya hemos escrito en Libre Mercado. La legislación de la UE no permite un nuevo tipo de IVA de lujo superior al general. Está prohibido y desde Podemos reconocen que lo saben, aunque defienden que negociarán con Bruselas para que haga una excepción.
De primeras, suena extraño que tu medida sobre impuestos más conocida esté prohibida por la UE. Pero los problemas no acaban ahí. En el terreno práctico (cuánto se recaudaría con esta medida) hay también algunos flecos sueltos. El programa de Podemos hace dos promesas simultáneas:
Aumentaremos los alimentos y las bebidas no alcohólicas a los que se aplica el tipo superreducido del 4% (en todo caso, se excluirán aquellos para los que resulte des aconsejable tal aumento por motivos de salud pública) y aplicaremos el tipo reducido del 10% a todos los suministros básicos (calefacción, gas, electricidad) a los que se les aplique el tipo general del 21 % en este momento. Reduciremos el tipo aplicable a productos de gran interés social como son los productos culturales y escolares.
Aplicaremos un nuevo tipo del 25% a los artículos de lujo para compensar en la medida de lo posible la caída de la recaudación como consecuencia de las bajadas anteriores.
Por lo tanto, Podemos promete bajar el IVA a los productos de primera necesidad. Es una propuesta muy importante, que afecta a los productos que más peso tienen en la cesta de la compra. Supondría una pérdida de recaudación de hasta 4.000 millones, según sus propias cuentas. ¿Y cómo cuadrarán los números? Pues el programa dice que, "en la medida de lo posible" con un incremento del IVA a "los artículos de lujo", que pasarían del 21% actual al 25%.
Sin respuestas
La primera duda es qué artículos considera "de lujo" Podemos. Hasta ahora, no lo ha explicado. En todos los debates y mítines, Pablo Iglesias pone el mismo ejemplo: "los yates". El líder del partido repite una y otra vez, "si alguien se quiere comprar un yate, tendrá que pagar un IVA un poco más caro".
Como explicábamos el viernes, Álvarez fue muy amable y contestó a todas nuestras preguntas sobre la legalidad de la medida. Pero en cuanto a este detalle, no respondió nada. No pudo decir ni un solo producto que acompañe al famoso "yate" de Iglesias. Es más, desde Libre Mercado le emplazamos a que lo estudiase y le dimos tiempo para que revisase sus documentos al respecto. Pero a pesar de nuestras múltiples llamadas y mensajes desde el jueves hasta el domingo, no ha habido respuesta.
La segunda incógnita es cuánto recaudarían con la medida. Álvarez nos remite a la memoria económica, pero allí no hay nada al respecto. Sólo se dice lo siguiente:
La pérdida potencial de recaudación [por la reducción del IVA a artículos de primera necesidad] es limitada, del orden de los 3.600-4.000 millones de euros (un 0,4 % del PIB). Esta pérdida de recaudación podría, además, compensarse parcialmente con la subida del tipo para algunos productos de lujo.
Pero decir que se "compensará parcialmente" no es demasiado específico. ¿Cuánto recaudará ese nuevo tipo del 25%? También en esta cuestión le repreguntamos, le volvimos a llamar, hablamos con su departamento de prensa y les mandamos mensajes que no obtuvieron ninguna respuesta.
Es cierto que el cálculo del IVA es complicado. Saber cuánto supondría un incremento de cuatro puntos en los artículos de lujo no es sencillo. Pero un partido político que ha prometido "compensar" una bajada de impuestos tan importante con esta medida y que presume de memoria económica debería saberlo o tener un dato aproximado.
Las cifras
En realidad, lo que puede intuirse detrás de esta negativa de Podemos a dar cifras es que no las tienen. Y no las tienen entre otras cosas porque serían muy pequeñas. El programa incluye numerosas promesas de incrementos de gasto que tendrán que financiarse de alguna manera. Es lícito (incluso lógico) que un partido de izquierdas quiera subir (y mucho) los impuestos al conjunto de la población. Pero no parece honesto ocultarse detrás de un IVA de lujo de muy improbable aplicación y aún más reducida eficacia.
Por ejemplo, tomemos el caso de los yates. En 2013, el Gobierno aprobó un cambio en la ley que incluía "una exención para la matriculación de yates y barcos de recreo de alquiler". Hasta ese momento, las embarcaciones con una eslora superior a 15 metros pagaban un 12% de impuesto de matriculación. El Gobierno estimaba un coste para Hacienda de 1,2 millones de euros. Es decir, que quitarles un impuesto del 12% a los yates de alquiler implica 1 millón de pérdida de recaudación. ¿Cuánto supone subir el IVA del 21 al 25% a todos los yates? ¿400.000 euros? Es el equivalente al 0,01% de la bajada de 4.000 millones en productos básicos.
Quizás en Podemos dirán (si es que quieren decir algo) que también incluyen los automóviles de gama alta o los aviones o todo tipo de yates de recreo. Pero, ¿cuántos yates se vender cada año en España? ¿Y cuántos aviones? Vamos a ser generosos para nuestro cálculo. Según las cifras de la patronal del sector, el mercado del lujo crecerá en España entre un 2% y un 4% en 2015, hasta los 4.000 millones. No parece probable que Podemos pueda subir el IVA a todos los productos que se incluyen en esta categoría. Por ejemplo, ¿cómo diferenciar un reloj de lujo de uno normal? ¿Se puede cobrar un IVA diferente a cada producto en función del precio? ¿A partir de qué nivel?
Pero vamos a hacer un cálculo generoso a falta de detalles desde la formación morada. Supongamos que habrá algunos productos de lujo que seguirán al 21%, pero la gran mayoría sí irán al 25%. Supongamos también que hay bienes que a lo mejor no están incluidos en estos 4.000 millones del informe sobre el sector del lujo, que normalmente se centra en las grandes marcas de ropa o muebles. Así, entre unos que se caen y otros que entran, hacemos una estimación conservadora (favorable a Podemos) de unos 4.000 millones de euros en "bienes de lujo" que se venden en España en un año.
Pues bien, una subida del 21 al 25% supondría una recaudación extra de 160 millones de euros. Es decir, aproximadamente un ¡4%! de la bajada de los otros productos (que Podemos reconoce que tendrá un impacto de -4.000 millones para las arcas públicas). "Para compensar en la medida de lo posible" dice Podemos en su programa… pues no parece una "medida" muy grande ni que "compense" demasiado.
Otra forma de verlo es comparar esta cifra con la recaudación de IVA, que en 2013 ascendió a más de 56.0000 millones de euros. Estos 160 millones supondrían el equivalente al 0,3% de lo recaudado. Ése es el resumen de la propuesta estrella de Podemos en impuestos. Y eso haciendo los generosos cálculos de nuestro ejemplo, porque desde el partido no han querido proporcionarnos otros.
La realidad es que la recaudación extra probablemente sería menor. Entre otras cosas porque los productos de lujo son muy sensibles a los impuestos. Por ejemplo, si alguien quiere comprarse un gran barco y en España sufre un impuesto del 25% y en Francia del 10%… se irá a Marsella a por él y en nuestro país no se recaudará ni un 21% ni un 25, sino un 0%. Eso lo saben muchos gobiernos. Subir los impuestos a determinados productos no sólo no incrementa la recaudación, sino que la reduce. Y todo eso pasando por alto que en realidad este IVA de lujo, como hemos dicho, está prohibido por la UE. Pero nada de eso parece importar. Es muy probable que, en estos cinco días de campaña, Iglesias vuelva a recordar a sus seguidores que él sólo quiere subir los impuestos a los que quieran comprarse... "un yate".