Antes de entrar en la gran discusión sobre la corrupción que ha centrado el grueso del debate en un incómodo rifirrafe en el que ambos candidatos no han dejado de interrumpirse y acusarse mutuamente, Pedro Sánchez ha prometido varias cosas. Una de ellas, que triplicará el gasto en educación.
Actualmente la educación ocupa alrededor de 50.000 millones de euros del grueso del gasto público (unos 460.000 millones de euros). En la actualidad, la partida para educación (administración central y comunidades autónomas) supone un 10% del gasto público total.
En caso de que Pedro Sánchez alcance el Gobierno y cumpla su promesa multiplicará ese gasto por tres, elevándolo por encima de los 150.000 millones de euros, lo que supondría el 32% del gasto público total. 100.000 millones de euros más de gasto que se suman al resto de medidas relacionadas con las pensiones o las garantías de vivienda a personas en riesgo de desahucio (otra de las promesas que ha puesto encima de la mesa durante el debate).