El impuesto sobre la renta de no residentes se define como un gravamen directo que se aplica sobre la renta obtenida en territorio español por las personas físicas y entidades no residentes en nuestro país.
A la hora de evaluar la captación de talento y capital extranjero, este gravamen es algo así como la "prueba del algodón". Es por eso que tiene especial importancia su evolución en la Comunidad de Madrid y Cataluña entre 2013 y 2014, los dos últimos años analizados por la Agencia Tributaria.
En 2013, este gravamen generaba 605 millones de euros en la región gobernada por Cristina Cifuentes. Esta cifra es la más alta de todas las Comunidades Autónomas. Por su parte, Cataluña aportaba la mitad de lo generado por Madrid. De acuerdo con las cifras de Hacienda, un total de 286 millones de euros.
Entre 2013 y 2014, coincidiendo con el órdago independentista por parte de Artur Mas y sus aliados, vemos que la Comunidad de Madrid experimentó un aumento en la recaudación del Impuesto de la Renta de los No Residentes, pasando de 605 a 670 millones de euros.
Por contra, si revisamos los datos de la Agencia Tributaria para los años 2013 y 2014, vemos que Cataluña experimentó un descenso de 30 millones de euros, pasando de 286 millones a 256 millones.
Una brecha de 22 puntos
En términos porcentuales, la región de la capital española vivió una subida del 11% mientras que la autonomía catalana experimentó un descenso equivalente del 11%. Por tanto, el diferencial de recaudación entre ambas comunidades experimentó una brecha adicional de veintidós puntos.
En toda España, la evolución media entre 2013 y 2014 arroja un tímido aumento de la recaudación del 0,2%. Por tanto, Madrid se comportó muy por encima de la media mientras que Cataluña experimentó el rumbo opuesto.