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Pablo Casado: "El programa de C's es muy de brocha gorda, parece un cajón de sastre"

El vicesecretario de Comunicación del PP promete rebajas de impuestos: "Es un compromiso firme. Hay que seguir adelgazando las administraciones".

El vicesecretario de Comunicación del PP promete rebajas de impuestos: "Es un compromiso firme. Hay que seguir adelgazando las administraciones".
Pablo Casado, durante una visita a esRadio | LD.

El futuro del PP gira alrededor de Pablo Casado. Le vaya bien o mal al partido de Mariano Rajoy en las próximas elecciones, nadie duda de que el expresidente de Nuevas Generaciones en Madrid tendrá mucho peso en la próxima legislatura. Si ganan y forman Gobierno, está en la lista de futuribles ministros (o portavoz del partido o del grupo parlamentario). Y si pierden, será uno de los candidatos más obvios para la renovación.

Casado, sin embargo, asegura que no está eso ahora. Durante los quince días de campaña, se multiplica. Es casi imposible contar los viajes que ha realizado entre su circunscripción, Ávila y Madrid, donde las televisiones se lo rifan. Es el popular más activo en las tertulias, la cara de la renovación del partido y ya actúa como portavoz económico de facto de la formación. El pasado domingo, por ejemplo, fue el encargado de dar la réplica a Luis Garicano o Nacho Álvarez en el debate sobre los programas económicos que emitió La Sexta.

Libre Mercado le entrevistó horas antes de ese debate, tras la recepción en el Congreso con motivo del Día de la Constitución. Casado es optimista (habla de "140 escaños" con seguridad) y no contempla ningún escenario que no sea una victoria del PP con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. En el terreno económico, se define en varias ocasiones a lo largo de la entrevista como "liberal", asegura que también el PP comparte estos valores y defiende que es el único camino para que España crezca y genere empleo: "No hay un proyecto en el mundo exitoso que no haya abrazado la economía de libre mercado".

La política

- ¿Teme usted un pacto de perdedores? ¿Cree que se está fraguando?

- Está siendo la portada en todas partes y ni siquiera lo disimulan. Sánchez ya ha dicho, desde una posición que da un poco de pena, a la desesperada, asumiendo que no va a ganar, que pactará con todo el mundo para evitar el Gobierno del que va a ganar las elecciones, que es el PP. Pero lo más preocupante es lo de Albert Rivera, que hoy [la entrevista se realizó el pasado domingo] dice en una portada de La Razón que podría dejarse apoyar por Iglesias y Sánchez, con lo que también asume que va a perder. Y eso es muy poco regenerador. Ni siquiera en un sistema parlamentario como el británico, la jefa del Estado se plantearía que gobernasen los perdedores. Ha pasado en Portugal, por una convulsión populista, comunista y antieuropea como la que ha pasado en Grecia. Si nuestro reflejo ahora es Portugal y no es Gran Bretaña o EEUU… Es una cuestión de una norma no escrita, el que gana debe tener la posibilidad de formar gobierno. Ahora sólo hay dos alternativas: un tripartito gobernado por la izquierda y la extrema izquierda o un Gobierno del PP.

Lo que dice el CIS es que lo que está en duda ahora es quien va a liderar el centro-izquierda en España. ¿Ciudadanos a qué aspira ahora? A liderar la oposición. Es a lo máximo que aspira. Si queda tercero ya se está planteando apoyar al PSOE para un gobierno de perdedores. Creo que es una locura que espero que no llegue a término. Lo bueno que hizo C’s en las autonómicas y municipales es, en términos generales, apoyar a la lista más votada. Pero hay antecedentes, por desgracia. La diputación de Toledo está en manos de un pacto de C’s-Podemos-PSOE, en Santa Pola y Torrevieja igual. Sería un engaño para muchos votantes de buena fe, que ven en ellos un partido centrista, que acaben en una alianza con la izquierda radical y con un partido socialista radicalizado.

- Entonces, el acuerdo Rajoy – Rivera, ¿cómo lo ve?

Nosotros el acuerdo con C’s ya lo estamos poniendo en marcha en Murcia, La Rioja o Madrid. Es un acuerdo con base a un programa. El PP tiene una cultura de pactos muy arraigada.

- ¿Con Rajoy de candidato?

- Por supuesto, con Rajoy de candidato. No va a venir un partido a decirnos quién tiene que encabezar nuestro gobierno. La alternativa de Rajoy como candidato para presidente del Gobierno es innegociable. Ellos ya verán a quién apoyan, pero nosotros ya sabemos que nuestro presidente es Rajoy.

- Usted es normalmente optimista, ¿cómo ve la situación tras las últimas encuestas? ¿puede llegar el PP a los 130-140 escaños?

- Luego me dicen que no sea tan optimista, pero creo que debemos aspirar a superar los 140. Yo sé que es una cifra que parece lejos de las encuestas, pero creo que el PP aspira a sacar más de 140 escaños. Hay que contar que más de un 20% de electores se ha declarado indeciso. Nunca había habido tantos. Y esos indecisos acaban saliendo de su indecisión en la campaña electoral y de ellos muchos pueden venir al PP. El que va a votar a C’s lo dice. Pero el que está pensando si vota o no vota al Gobierno después de una legislatura complicada, quizás no lo dice. Quizás sea optimista por mi parte, pero yo sí que veo que vamos a recibir más apoyos de los que dicen las encuestas.

- ¿Se ha equivocado el presidente Rajoy al no contar con Aznar en esta campaña?

- Con Aznar siempre contamos, es el presidente de honor del partido y siempre aporta y siempre ayuda, a pesar de su agenda internacional, que es muy intensa.

- ¿Y en esta campaña cómo les ayuda?

- No sé cómo estará su agenda o qué planificación de campaña habrá hecho el partido cuando haya hablado con FAES. Pero lo que puedo decir es que Aznar siempre aporta y que su legado, para España y para el partido, es muy positivo, por eso es una referencia que tenemos muy presente. Y el propio presidente del Gobierno lo recuerda mucho. Por segunda vez, el PP ha sacado a España de la bancarrota. Lo hizo Aznar y lo está haciendo Rajoy. En eso seguimos siendo un partido muy previsible, muy unido y muy reconocible para el electorado.

- ¿Si Rivera pide al PP que sea Soraya Sáenz de Santamaría la candidata para apoyarles en la investidura?

- Rivera puede decir lo que quiera, pero el líder del partido lo deciden los militantes del PP. Nosotros hemos querido que nos lidere Mariano Rajoy y estamos muy contentos con lo que ha llevado a cabo este Gobierno. Parece mentira, pero hay que decirlo: el FMI, el G-20, la OCDE, la UE… hasta Obama pone a Rajoy como ejemplo de lo que se ha hecho bien.

Y ahora resulta que va a venir Albert Rivera a decirnos cómo tenemos que organizarnos y a quién tenemos que presentar. Pues mire, no. Usted ocúpese de su partido y de dar juego a su gente. Yo llevo cuatro debates electorales y en uno he coincidido con Begoña Villacís en otro con Fernando del Páramo, en otro con Luis Garicano y en otro con Inés Arrimadas. Ninguno es candidato al Congreso de los Diputados. A día de hoy yo no sé quién es el número 2 de Albert Rivera en Madrid [es Francisco de la Torre] y soy una persona que me considero bien informado. En Ávila [provincia en la que Casado se presenta como número 1 del PP] no han imprimido un solo cartel del candidato, Ni C’s, ni Podemos, ni PSOE: oiga, estamos en unas elecciones de circunscripción provincial, tengan un poco de respeto al territorio. Está muy bien el hiperliderazgo y tiene mucho mérito lo que están haciendo para poner en marcha un partido en tan poco tiempo… pero hombre, es una ausencia absoluta de decoro a la hora de promocionar a tus candidatos al Congreso. Meterse con que Rajoy dé cancha a Soraya Sáenz de Santamaría o a mí en los debates, o que la vicepresidenta comparta banderolas, como hemos hecho siempre que hemos gobernado con nuestros vicepresidentes, es que es de guasa (con perdón). Lo que extrañaría a la gente, si lo pensara, es que a quince días de las elecciones nadie conozca ni al número 2 de Rivera por Madrid ni a ninguno de los 51 números 1 de Ciudadanos en el resto de España, salvo Girauta. A lo mejor habría que empezar a plantearse a quién estamos votando en nuestra provincia, porque Albert Rivera el don de la ubicuidad aún no lo tiene.

La economía

- Vayamos ahora a las cuestiones económicas. La sensación que tuvimos cuando se dio a conocer el programa del PP es que había muy pocas novedades. El mensaje principal parece algo del tipo: "España en 2011 estaba al borde del rescate y Mariano Rajoy lo evitó", pero no hay demasiadas promesas a futuro. Cómo nos convencería de que no es cierto, de que este programa no sólo habla del pasado, sino que servirá para la próxima legislatura.

- Es compatible. Lo que no puedes hacer es, después de una legislatura exitosa en el terreno económico, hacerte una enmienda a la totalidad. Es un programa pagable, cumplible y realista. Por eso, la bajada de impuestos para mí era esencial. No sólo en el ámbito económico, sino también en el programático e ideológico. Decir que el PP, después de lo que pasó al principio de la legislatura, llega al final con menos carga en imposición directa, como nos comprometimos, y puede bajar los impuestos más, creo que era esencial. En el tema del empleo, el compromiso es, y nadie nos lo ha negado, que se puedan crear dos millones más de puestos de trabajo y de mejor calidad, con las bonificaciones a la Seguridad Social, para que muchos de los empleos temporales puedan pasarse a indefinidos.

- Habla usted de impuestos y programa electoral. Me imagino que le habrán hecho esta pregunta muchas veces, pero es obligada. ¿Por qué los que confiaron en el programa del PP en 2011 y vieron como el Gobierno se lo saltaba nada más llegar a La Moncloa tienen que pensar ahora que sí cumplirán su palabra?

- La gente se sintió defraudada y el Gobierno entre ellos, porque también quería bajar los impuestos y se encontró con 70.000 millones de desplome de la recaudación y 30.000 millones de déficit oculto. Pero tuvimos que cumplir con los vencimientos de pago con nuestros acreedores. Ya dijimos que iba contra nuestro programa y nuestros principios. Lo que sí que dijimos es que los bajaríamos en cuanto pudiéramos y se ha hecho: cuatro puntos para los autónomos, cinco puntos para profesionales y de media un 12,5% en IRPF para esta legislatura. La carga fiscal ya es más baja en directos que en 2011 y en indirectos se ha relajado mucho en este último tramo. Lo que tenemos que hacer ahora es decir que se puede seguir bajando, con un compromiso muy firme. ¿Por qué? Porque estamos ingresando un 5,5% más con un crecimiento del 3%. Por lo tanto, podemos decidir a dónde queremos que vaya ese diferencial: si al bolsillo del contribuyente o a una partida de gasto. Pensamos que hay que seguir adelgazando las administraciones.

- El otro día en una conversación sobre este tema, me preguntaron: ¿Crees al Gobierno cuando ahora dice que bajará los impuestos? Y yo dije que sí, que sería muy costoso políticamente no hacerlo y que, en un entorno de crecimiento de la economía, intentará bajarlos en 2016-2017 para apuntarse ese tanto ante su electorado. Pero en mi opinión, la pregunta no es ésa. La sensación que yo tengo es que si aparece la más mínima dificultad, volverá a subir los impuestos. Es decir, si vuelve a ralentizarse la economía y el Gobierno se ve ante la tesitura, para cuadrar las cuentas, de recortar gasto de verdad o subir los impuestos, volverá a recurrir a la misma herramienta que en 2011 y a desdecirse de su programa. ¿Puede convencerme de lo contrario?

- Ahora dependemos de nosotros mismos. Tenemos ya las facturas pagadas. El problema que teníamos de credibilidad eran 100.000 millones de euros en el cajón o bajo la alfombra: 24.000 energéticos, 17.000 sanitarios, 40.000 en infraestructuras y otros 40.000 en el fondo de liquidez. Eso había que pagarlo y por eso subió la deuda pública (otra cuestión que tenemos que retomar y empezar a amortizar cuanto antes). Ahora ya dependemos de nuestra propia previsión presupuestaria, que es bastante realista. Lo que había que hacer en política social se ha venido haciendo. El último plan de inclusión social del 2013 al 2016 incluye 136.000 millones de euros. Quizás lo que nos ha faltado es contarlo. Aquí entra el Prepara, el Plan de Activación, los planes para colectivos vulnerables,… Ahora sí podemos decir que, con la previsión presupuestaria que tenemos, podemos aplicar nuestro programa y nuestros principios.

Por ejemplo, hay un millón de vehículos matriculados en 2015. Quien se compra un vehículo no sólo está pensando en ese momento, tiene que pagar la letra todos los meses y tener la expectativa de que podrá seguir pagándola. Estamos viendo que en la campaña de Navidad se van a emplear 300.000 personas, el turismo interior se ha salido de la media, las exportaciones vuelven a superar el 30%… En este momento sí puedes decir que todo el sistema económico está funcionando. Hasta ahora era todo coyuntural. Incluso en la primera legislatura de Zapatero teníamos una coyuntura favorable por la política económica del Gobierno Aznar. Ahora tienes otros mimbres, que son la creación de empleo y cada vez más indefinido. Por eso es creíble. No hay una política populista. Por ejemplo, El Confidencial está publicando en esta campaña el prometrómetro: nuestro programa sólo incluye una subida de 2.000 millones en el Presupuesto; Ciudadanos lleva 44.000 millones, Podemos 134.000 millones y el PSOE cerca de 15.000. Estamos siendo austeros pero realistas.

- Bien, entremos entonces en lo que tiene que ver con la creación de empleo y el mercado laboral. En esto tampoco hay grandes novedades en el programa. Básicamente, el mensaje es que la reforma laboral ya está hecha y ahora hay que dejar que dé sus frutos. ¿Esto es así o va a haber sorpresas?

- La reforma laboral está funcionando. Es una evidencia. Como decía Julián Marías, los españoles somos los únicos que discutimos los datos. Si en España, por primera vez en la historia, se ha creado empleo con tasas por debajo del 1%, es por la flexibilización del mercado laboral y porque se han eliminado barreras para la contratación, aunque algunos quieren verlo por el negativo de la foto. Con la reforma laboral, tras un primer momento, que lo dijimos, en el que las empresas aprovecharon para reestructurar su plantilla, se está creando empleo a un ritmo inédito. Por ejemplo, en el último años 700.000 empleos. Y no vale decir, como la izquierda, que hay viento de cola. Dicen: "Súper Mario Draghi, el tipo de cambio con el dólar y el precio del crudo". ¿Y en Italia? ¿Y en Francia? ¿Ese viento de cola no existe allí? Claro que existe, pero la diferencia es que en España hemos pasado de lo coyuntural a lo estructural, con la reforma laboral y la financiera. Ahora tienes un país más competitivo, que es lo que a nosotros nos obsesiona. El euro te da estabilidad pero te pide flexibilidad y tienes que hacerlo con competitividad. La reforma laboral no ha cambiado sólo el coste de la contratación, también ha hecho que la negociación colectiva se haga en el entorno empresarial, romper el monopolio en la formación, que la intermediación de búsqueda de empleo ya la puedan hacer las empresas privadas…

- Antes hablaba de las bonificaciones. Parece la principal promesa del PP para crear empleo. Pero en 2012 el propio PP las eliminó diciendo que no sirven para nada y numerosos estudios alertan de que no tienen un efecto directo sobre el empleo, que sólo sirven para cambiar un contrato por otro (el bonificado).

- Lo que no hay que hacer es tener bonificaciones sin sentido, sin tener un criterio de a qué colectivo tienen que afectar. Lo positivo es que ahora estas bonificaciones están favoreciendo la contratación de determinados colectivos con una empleabilidad más difícil y favoreciendo que el el tipo de contrato sea indefinido. Creo que es el dinero mejor invertido.

Los empresarios nos estaban diciendo que hay que rebajar las cotizaciones sociales. Que, por cierto, son un impuesto que el trabajador no percibe, aunque lo paga. Por eso en algunos países se informa al trabajador de cuáles son esas contribuciones sociales…

- Perdone que le interrumpa, pero los trabajadores españoles no son conscientes del coste de sus cotizaciones porque ustedes, los políticos, no quieren que lo sean. Para mí ésa es la primera ley que tendría que aprobarse: informar a todos los empleados en su nómina del coste de sus cotizaciones. Sería una ley gratuita, que no costaría nada, pero no la aprueba ningún partido, quizás porque les dé miedo

- ¿Por qué?

- No lo sé, pero el caso es que nadie se atreve a aprobarla.

- Pues a mí me parece una muy buena idea. Como la factura en la sombra sanitaria o la información sobre las tasas universitarias. Creo que la información siempre es positiva.

- Volvamos a las bonificaciones…

- Sí. Creo que es una medida (las bonificaciones) que sí es positiva si lo haces a cuatro años vista. Si lo haces a corto plazo, es verdad que puedes generar una burbuja, porque tú contratas para al año siguiente volver a flexibilizar. Pero en este caso, a cuatro años vista, el mensaje que le estás lanzando al empresario es que le sale más rentable contratar por indefinido que por temporal.

- Por último, en temas laborales, la mochila austriaca. Ésta era una promesa que estaba en su programa en 2011, que luego se cayó y ahora recuperan. Además, es una medida muy asociada a otra, el contrato único, que ustedes han criticado mucho cuando la ha presentado Ciudadanos.

- El contrato único no existe en ningún país del mundo. Menos podría existir en un país en el que la estacionalidad laboral es muy potente. Por eso nos hemos puesto a esta medida, no porque teóricamente no pueda ser atractiva. Hay algunas propuestas de Ciudadanos con las que yo, como liberal, me pueden parecer atractivas. En el PP hemos tenido discusiones sobre el contrato único y pensamos que no es viable a día de hoy. Ya hemos reducido de 42 a 4 modelos contractuales y en esta legislatura se ha simplificado al máximo.

En cuanto a la mochila austriaca, pensamos que es un modelo que tiene un coste de puesta en marcha elevado, porque llega un momento en el que hay un doble gasto. Es una cuestión a la que aspiramos pero en la que el coste de transición es elevado. Por eso lo proponíamos con más premura en 2004 y 2008, cuando el sistema económico permitía su aplicación. Ahora tiene un problema de aplicación en cuanto a coste, pero ideológicamente pensamos que son medidas que pueden actualizar ciertas carencias del mercado.

- Pasemos a los impuestos. Y empecemos por el que más afecta al mercado laboral, las cotizaciones, que ya ha salido en la conversación. Uno de los problemas de España es que tenemos los costes no salariales entre los más altos de la UE. ¿Va a haber cambios en esto?

- La reforma de las pensiones que se ha hecho es una garantía de la sostenibilidad de las pensiones públicas. Decir que las pensiones se van a ir pagando en función de las posibilidades reales es algo que a todos nos debe tranquilizar. Tenemos un problema demográfico, como en el resto de Europa, muy importante. El PP creó la hucha de las pensiones precisamente para llenarla en momentos de superávit y que en momentos de déficit no ocurriera como en 1996, que tuvimos que pedir un crédito para pagar las pensiones y la nómina de los funcionarios. En momentos de déficit, la hucha de las pensiones se utiliza para lo que se creó. Para evitar eso se ha hecho una hucha de las pensiones que es verdad que está siendo utilizado pero que también es verdad que a partir del año que viene se prevé que se podrá volver a aportar. En cuanto a pensiones, creemos que la ley garantiza…

- Una puntualización. La semana pasada, en Libre Mercado publicamos un artículo al respecto en el que decíamos esto mismo: la ley actual garantiza la "sostenibilidad" del sistema, en el sentido de que no habrá más gastos que ingresos. Eso es cierto. Pero también lo es que esa "sostenibilidad" de la que todos los partidos hablan se conseguirá a cambio de un desplome de las pensiones, al menos en la relación con los salarios medios de la economía. Y esto nadie se lo está diciendo a los futuros pensionistas.

- Para que el sistema de pensiones sea sostenible lo que tiene que ocurrir es que la gente trabaje. No caigamos en el fatalismo de los tópicos. Del 77 al 96 trabajaron en España 12 millones de contribuyentes y se decía que aquello era un desempleo estructural. Lo que hubo es un Gobierno que dijo, "No me resigno" y creó cinco millones más de empleos. ¿Es posible crear más empleo en España? Lo es. Hay tres millones de empleos en nuevas tecnologías que no se cubren por falta de especialización. Esto es una cuestión muy compleja: educación, competitividad, productividad, reindustrialización… Y en cuanto a las cotizaciones, yo soy partidario de que las pensiones se sigan pagando vía cotizaciones y no vía impuestos como pretende algún otro partido [PSOE y Podemos han hecho alguna propuesta en este sentido].

- Pero con unas cotizaciones como las actuales, con nuestra actual estructura demográfica, que apunta a que se disparará el número de mayores de 65 años y no lo hará la población en edad de trabajar, las cuentas no salen. Si dedicas la misma proporción del PIB a pensiones y te sube el número de pensionistas, la relación pensión media / salario medio se va a hundir, esto es una evidencia matemática.

- Depende de cuanta gente esté cotizando.

- No, incluso aunque subamos el número de cotizantes, que la pensión va a bajar respecto al último salario o al salario medio es inevitable. Si no trabaja más gente, entonces lo que pasará, directamente, es que bajará en términos de poder adquisitivo… La tasa de sustitución en España es una de las más elevadas de la OCDE (89%, sólo por detrás de Holanda). Todos los partidos saben que no se va a poder mantener esa cifra, que en 2040 va a ser el 40-50-60%, pero no se atreven a decírselo a la gente.

- La cuestión es crear más trabajo y no sólo para las pensiones. Estamos muy orgullosos de todas nuestras prestaciones sociales, pero esto ¿quién lo paga? Habría que preguntarle a la izquierda si tiene la piedra filosofal por la que el gasto público no se financie vía ingresos privados. Hoy por hoy lo que hay que hacer es que haya muchos ingresos privados y muchas personas pagando impuestos, a ser posible bajos, para hacer sostenible todo lo demás.

- Y sobre los demás impuestos, ¿cuál es el compromiso del PP? No me conteste con un genérico, en plan 'vamos a bajarlos'. Queremos cifras. En IRPF, ¿cuál es el nivel al que quiere dejar su partido los marginales?

- IRPF, tipo marginal, por ahora 43% el máximo, dos puntos menos que ahora y el mínimo al 17%, otros dos puntos menos. Eso ya es un compromiso y se va a hacer. Ojalá se pudiera hacer más. Los liberales queremos bajar impuestos siempre.

- Impuesto de Sociedades

- Ya ha habido una bajada de impuestos y se plantea en el programa electoral que puedan bajarse más para determinados tipos de empresas. A los profesionales ya se les ha bajado la retención del 19 al 15%.

- IVA

- En el IVA, nuestra fiscalidad es homologable a la del entorno comunitario. Los liberales compartimos la preferencia por bajar los impuestos directos antes que los indirectos, porque además ahora mismo están en un entorno aceptable.

- Cerrado el tema impuestos. Ahora, me gustaría hacerle una pregunta de actualidad: Abengoa. Hasta ahora, políticos de tres de los cuatro grandes partidos (PP, PSOE y Podemos) han pedido rescatarla. ¿Esto es liberal? ¿Ésta es la postura oficial de su formación?

- Antes de tomar esa medida tiene que quedar muy claro qué responsabilidad tienen los gestores y qué ha pasado en la empresa. Sólo entonces el Estado tendrá que ver, primero por su propia responsabilidad como prestamista vía ICO. Ahí ya no es que se rescate, sino que habrá que ver qué tipo de salida tiene ese dinero. Nosotros pensamos que Abengoa es viable...

- Perdone, pero si fuera viable no estaría en quiebra o habría alguien que la querría comprar.

- Viable en el sentido de la potencialidad, el producto, los clientes, etc. El problema de Abengoa es el excesivo endeudamiento y la mala gestión, pero no es una empresa que esté agotada, que no tenga I+D o que no tenga potencialidad de mercado. Es una empresa que conviene que siga operando. Pero antes de que el contribuyente tenga que afrontar un coste, habrá que ver exactamente en qué queda el balance de gestión.

- En lo que hace referencia al gasto, en su programa electoral, las principales apuestas parecen ser infraestructuras (sobre todo AVE) y se apunta a un plan de vivienda, ¿no hemos tenido ya suficiente de las dos cosas?

- De AVE lo que se incluye es acabar con las líneas ya iniciadas, en ejecución y presupuestadas. En ese sentido, no creo que haya muchas novedades. Curiosamente, Ciudadanos está en contra del AVE, pero luego sus concejales y alcaldes se dirigen a Fomento para pedir que el AVE pase por su pueblo. Yo creo que el AVE vertebra, es una infraestructura que ya tiene un beneficio operativo, aunque evidentemente la amortización de las líneas no se hacen para un corto plazo. El ferrocarril en España lleva desde el siglo XIX.

- ¿Y en vivienda?

- En cuanto a vivienda, es el PSOE el que está proponiendo la creación de 200.000 empleos en base a la eficiencia energética de las viviendas, lo que yo creo que es un Plan E encubierto. Nosotros lo que estamos diciendo es que se puede fomentar el sector, por ejemplo con la bajada del IVA del 21 al 10% en las reformas, algo que ya se ha hecho en esta legislatura y que ha salido bien. El sector de la vivienda va a seguir teniendo un peso importante en España y yo creo que eso está bien. A aquellos reduccionistas que piensan que se puede planificar la economía de un país se les olvida que España tiene, en cuanto al turismo, unas especificidades como las que puede tener California. A nadie de Dakota se le ocurriría echar en cara a California que tuviera un mayor peso del PIB en la vivienda. Creo que en España, por ejemplo respecto a un país nórdico, es una cosa muy positiva. Lo que no puede hacer es generar burbujas o excedentes de stock excesivos. Pero la vivienda se está recuperando, el sector comienza a reactivarse y el turismo está en récords históricos de visitantes internacionales.

- Ya hemos terminado en lo que hace referencia a medidas económicas y al programa. Pero hay dos preguntas que no me resisto a hacerle. En primer lugar, a lo largo de la entrevista ha definido a sí mismo como "liberal" en varias ocasiones. En 2008, el actual presidente del Gobierno invitó a los liberales del PP a que fundasen su propio partido, ¿se sintió usted aludido al respecto? ¿Ha convencido ya a Mariano Rajoy de que los liberales también tienen su hueco en el PP?

- No recuerdo la cita exacta, pero creo que no sólo citó a los liberales, sino también a los conservadores y democristianos. Lo que hizo fue una apelación: en el PP, todos los que no se sienten de izquierdas tienen su casa. En la actividad pública de Rajoy siempre ha enarbolado políticas públicas de centro-derecha liberal, que así es como se define el PP en sus estatutos. Otros que van de liberales se definían de centro-izquierda y ahora ya reconocen que tienen un programa socialdemócrata, quizás porque saben que están focalizándonse en el caladero del partido socialista.

El PP siempre ha sido liberal, por una cuestión evidente, y es que no hay un proyecto en el mundo exitoso que no haya abrazado la economía de libre mercado. [Creemos] que la persona sigue en el centro de la actividad política, que los burócratas no deben subvertir la capacidad de los padres para elegir médico, hospital o colegio. El hecho de intentar siempre que los gobiernos sean austeros, limitados y eficaces, y no poner palos en las ruedas de quienes verdaderamente sacan a los países adelante, que son los particulares. Yo creo que esa ideología la seguimos manteniendo. Cuando hemos hecho algo que se ha alejado del ideario liberal, lo hemos reconocido, hemos pedido disculpas y hemos dicho que en cuanto pudiéramos lo íbamos a revertir. Yo me siento plenamente cómodo con este programa electoral. Sabemos que las medidas liberales son las únicas que crean prosperidad y empleo.

- Bien, pues tomemos como punto de partida este planteamiento liberal para la última pregunta. Todas las encuestas dicen que el PP no va a alcanzar la mayoría absoluta y va a tener que pactar, no sólo en la investidura sino en los cuatro años de legislatura. ¿Con quién se siente más a gusto Pablo Casado para buscar un cierto acuerdo en temas básicos: con Ciudadanos o con el PSOE? ¿Quién es más afín a sus planteamientos: Jordi Sevilla o Luis Garicano?

- Todos los programas electorales de la oposición están siendo muy expansivos: 134.000 millones más de gasto Podemos, 44.000 C's, casi 20.000 PSOE. Eso conduce a la frustración, como ocurre en Grecia. Porque eso, ¿quién lo paga? Hay que ser un poco realista y eso te lo da la experiencia. Ni Rivera, ni Sánchez, ni Iglesias tienen ni una sola hora de experiencia en gestión pública (y muy poquita en gestión privada, aunque alardean mucho de eso).

- ¿Jordi Sevilla?

- Es el ministro de Administraciones Públicas que hizo el peor pacto de financiación autonómica, un pacto a la carta para Zapatero y sus amigos. Los problemas con Cataluña y con la quiebra de muchas autonomías vienen de aquello. Las lecciones que se las dé a Zapatero en dos tardes. Me gusta más como articulista que como ministro o como responsable de la política económica del PSOE.

- ¿Luis Garicano?

- Le he seguido mucho y ha colaborado con FAES. Es una persona con una gran formación en Chicago y en la London School of Economics. Lo que creo es que el Garicano de las municipales y autonómicas era muchísimo más liberal que el Garicano de las Generales. Complemento salarial, suprimir diputaciones (que son las que vertebran la estructura de España), subir el IVA superreducido,... Es un programa muy de brocha gorda, a veces parece un cajón de sastre. Ése no es el Garicano al que yo he visto dando clases en la LSE o con el que yo coincidí en Londres hace cinco años.

Pero tengo respeto intelectual para todos ellos, cosa que no tengo para Podemos, que tiene un programa populista y muy al estilo de Syriza, que ya sabemos a lo que conduce.

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