En la cúpula de Ciudadanos venían hace tiempo sorprendiéndose de que el PSOE no aprovechase mejor la faceta profesional de Pedro Sánchez, economista de profesión. Y siguen convencidos, tras el debate de El País de este lunes, en el que también participó Pablo Iglesias, de que el líder socialista no tiene un plan económico para España. Sin embargo, admiten que fue en el primer bloque, dedicado precisamente a esa materia, en el que Rivera peor lo pasó ante el secretario general del PSOE, aunque niegan que su líder perdiera el debate, pues consideran que fue el que más propuestas hizo y que no se enredó en rifirrafes "de los que la gente está cansada".
El propio Rivera fue preguntado nada más concluir el duelo por si se había visto superado en el cuerpo a cuerpo: "Habrá opiniones para todos los gustos. Nosotros no hemos venido a embarullarnos, al ‘y tú más’".
La cúpula naranja, que analiza posibles errores de cara al próximo debate de la semana que viene, en el que la silla dejaba por Rajoy no estará vacía, sino que la ocupará la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, considera que tanto en el bloque de políticas sociales como en el de modelo territorial la actuación de Rivera fue muy convincente. Lo cierto es que en el primero salieron a relucir medidas novedosas y concretas como la ampliación y equiparación de las bajas de maternidad y paternidad, los beneficios para las empresas que contraten a mayores de 45 años y los créditos fiscales para que las familias con menos recursos puedan llevar a sus hijos a la guardería. En el asunto territorial, Rivera recuperó su agilidad de otras veces para recordarle a Sánchez el coqueteo del PSC con el independentismo en varios ayuntamientos y, también, su acuerdo con Compromis para gobernar en Valencia.
Nada que ver con la pasividad que mostró cuando Sánchez puso en solfa, de arriba abajo, todo su programa económico y, particularmente, al arquitecto del mismo, Luis Garicano, citado hasta cuatro veces por el líder socialista y también por Pablo Iglesias, quien le acusó de haber ocultado su pertenencia al Consejo de Administración de Liberbank desde 2012, una entidad rescatada. Rivera no defendió al responsable económico de la Ejecutiva de Ciudadanos ni replicó con contundencia a los ataques al contrato único, que según Sánchez extendería la precariedad, ni a la puesta en duda de la bajada del IRPF, que según el líder socialista sólo se podría llevar a cabo si se imponen copagos, dada la pérdida recaudatoria. Sánchez repitió una y otra vez que la propuesta laboral del partido centrista supondría poder despedir antes a la gente y con menos derechos.
Sin embargo, en el círculo más próximo a Rivera están convencidos de que Sánchez no puso ninguna alternativa sobre la mesa y que no se comportó como "un estadista" algo que creen que le penalizó de cara a la audiencia.
Al término del debate, Rivera dijo no sentirse sorprendido porque Sánchez le hubiese situado en la derecha y lo atribuyó a la pérdida de centralidad política del PSOE: "El centro político ya no les apoya, como sí apoyaba a Felipe González durante muchos años. Hoy el centro está consolidado, Ciudadanos está por encima del PSOE en todos los sondeos, compitiendo con el PP".
A falta de una cara a cara, que una televisión propuso pero Sánchez rechazó, Rivera volverá a tener la oportunidad de confrontar con el líder del PSOE en el debate de Atresmedia el próximo lunes. Lo tendrá más difícil por la presencia del PP en el mismo, pero sin duda trabajará en los días que quedan en los elementos clave de su mensaje económico y en cómo defenderlos de ataques como los de Sánchez.