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El Estado Islámico impone un modelo económico profundamente intervencionista

Banca pública, control de precios, barreras a la competencia, expolio fiscal...

Tertulia: Así recauda impuestos el Estado Islámico

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Banca pública, control de precios, barreras a la competencia, expolio fiscal...
La economía controlada por ISIS, atenazada por todo tipo de controles

El totalitarismo que exhibe el Estado Islámico a la hora de controlar a los millones de personas que viven en su territorio también se manifiesta en un régimen económico marcado por una total y absoluta represión. Como ha explicado en The Atlantic la periodista y especialista en Medio Oriente Joanna Paraszczuk, "el poder que ejercen los terroristas sobre el día a día económico es absoluto".

Los refugiados que han escapado de la zona denuncian que muchos negocios han sido cerrados por criterios ideológicos y religiosos. Es el caso de los comercios gestionados por mujeres, que van desde peluquerías hasta clínicas de salud.

En los mercados de las ciudades, el control de precios atenaza el negocio diario de los comerciantes y la inflación es la norma. Un litro de gasolina en Mosul costaba 0,3 dólares hace un año pero ya se cotiza a más de 2 dólares. La bombona de gas evoluciona de manera similar: su precio ha saltado de 5 a 25 dólares bajo dominio de ISIS. Los proveedores no lo tienen mucho más fácil: el sistema de licencias que se ha puesto en funcionamiento ha restringido la participación en el transporte a los más afines.

Unirse a ISIS puede ayudar a dejar de sufrir las nefastas consecuencias de una agenda económica profundamente intervencionista. Los terroristas y sus aliados gozan de diversos privilegios que ayudan a mitigar los efectos de las medidas que soporta el resto de la población.

La inteligencia estadounidense cree, de hecho, que esta es una vía de reclutamiento fundamental para el Estado Islámico. Y es que la amenaza de violencia y el estrangulamiento económico no aplica a quienes se ponen del lado de los terroristas.

De hecho, la periodista Judit Neurink ha documentado en Mosul numerosos casos de jóvenes que cambian de bando y, a cambio, reciben casas, bienes o negocios confiscados.

Banca pública

Otro aspecto que preocupa sobremanera a los expertos en financiación del terrorismo es el de la toma de bancos en zonas controladas por la organización. En 2014 se decía que el saqueo de estas instituciones había generado recursos por valor de 400 millones de euros. Sin embargo, profesionales del sector han denunciado en las páginas del Financial Times que el "motín" de estas operaciones no alcanza ni por asomo esas dimensiones.

Lo que sí es cierto es que desde la organización anuncian que ya están abriendo bancos públicos controlados por los terroristas. De hecho, aquellas entidades que siguen operando ya no pueden obtener beneficios por guardar el ahorro de los ciudadanos, ya que ISIS ha prohibido el cobro de interés alguno.

Gasto militar desbocado

El informe más citado sobre las finanzas de ISIS fue elaborado por la RAND Corporation en 2014. Aunque buena parte de la información que recoge dicho estudio se ha quedado desfasada, el documento sí nos permite ver cómo reparte sus gastos el Estado Islámico.

De entrada, parece claro que el principal capítulo presupuestario es el militar, al que siguen la burocracia política y la propaganda. La inversión en servicios básicos no llega al 20% y el gasto en infraestructuras es casi inexistente, por el miedo a ataques de los aliados occidentales.

Si analizamos el gasto del Estado Islámico en la provincia de Deir Ezzor, vemos que el gasto militar supone casi el 65% de todos los desembolsos que hace la organización. De acuerdo con Daniel Glaser, Secretario Adjunto para Asuntos de Financiación del Terrorismo en el Departamento del Tesoro de EEUU, los gastos dedicados a pagar a los terroristas de la organización, que serían algo así como los "gastos de personal militar" en un Estado tradicional, suman más de 350 millones de euros al año.

A esta cifra se suma un 10% adicional consignado al aparato represivo que instaura día a día el tipo de orden que defienden los terroristas. Lo que queda se va a burocracia y servicios básicos. La ONG Chatham House entiende que los presupuestos se caracterizan por una franca ineficiencia a la hora de gestionar todos estos recursos.

El castigo fiscal, muy pronunciado

Libre Mercado ya explicó que los ingresos conseguidos por ISIS a través de la vía tributaria son significativos. Hablamos de una concatenación de impuestos directos e indirectos así como de tasas o gravámenes que, consideradas en su conjunto, hacen muy complejo el día a día de los negocios.

El Estado Islámico tiene claro, en cualquier caso, que el expolio fiscal que sufren los ocho millones de habitantes que residen en su territorio es una vía de financiación superior a la que han disfrutado otros grupos como Al Qaeda, ya que este sistema le da a la organización una mayor independencia financiera, al no depender de factores externos para su operativa.

A medio y largo plazo, una ruina

Aunque en el corto plazo este tipo de medidas puede sostenerse a base de confiscaciones, expropiaciones y saqueos, el panorama a medio y largo plazo arroja un escenario ruinoso que solamente se podría salvar conquistando nuevos territorios de los que arrancar más recursos.

De acuerdo con Business Insider, "se ha ejecutado a empresarios rebeldes, se ha alimentado la fuga de cerebros, se ha restringido el rol de la mujer en el mercado de trabajo... Y todo eso redundará en una economía más deprimida que genera menos recursos".

Daveed Gartenstein-Ross, analista de la Fundación para la Defensa de las Democracias, confirma que "los profesionales más cualificados se están escapando del país".

Mitos y realidades de las cuentas de ISIS

En suma, los presupuestos oficiosos que ha hecho circular la oficina de propaganda de la organización terrorista trasladan un escenario en el que el gasto ascendería a 2.000 millones de dólares y el balance fiscal arrojaría un superávit de 250 millones. No obstante, todos los expertos y toda la documentación consultada por Libre Mercado apuntan que muchas de las cifras que se suelen difundir sobre las finanzas de ISIS están infladas y tienen como fuente la propaganda de la organización.

No obstante, es importante recordar que los recursos que sigue captando ISIS vía petróleo e impuestos son suficientes para que la organización se confirme como el grupo terrorista mejor financiado de la historia.

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