A comienzos de 2015, Libre Mercado apuntaba que la paridad euro-dólar podía ser una realidad a lo largo del presente año. El mes de abril, se confirmaba la evolución convergente de ambas divisas, en línea con la tendencia observada.
Ahora que nos acercamos al último mes del año, nos encontramos con que la cotización del euro frente al "billete verde" sigue cayendo. El principal factor que explica lo ocurrido es el anuncio de políticas diferenciadas a ambos lados del Atlántico: mientras que la Reserva Federal abandona poco a poco las medidas de "estímulo" y baraja una posible subida de tipos, el Banco Central Europeo anuncia que podría reforzar su activismo monetario en los últimos meses.
A cierre de mercado en el Viejo Continente, la jornada del 17 de noviembre se saldó con un cambio de 1 euro/1,06 dólares. Desde el cuarto mes de 2015 no había tan poca distancia entre las dos monedas.
Ya a comienzos de la sesión, el diferencial era de 1,07. No hablamos, por tanto, de un desplome puntual sino de una progresiva caída del euro que va en linea con la apreciación de la divisa del Tío Sam.
La FED alimenta la subida de tipos
La Reserva Federal ha admitido públicamente que las expectativas de una inminente subida de tipos en diciembre no van desencaminadas. De producirse esta decisión, sería la primera vez en nueve años que el precio del dinero fijado por el banco central estadounidense se revisa hacia arriba.
En paralelo, el BCE señaló en octubre que en diciembre se revisará el alcance del programa de compras con el que Mario Draghi se ha propuesto una nueva expansión de la liquidez aportada desde la entidad al sistema financiero. Aquella decisión tumbó en apenas horas el cambio euro/dólar desde 1/1,13 hasta 1/1,11.
Desde entonces, el ajuste adicional del intercambio ha llevado a ambas monedas al escenario de 1/1,06 que deja al euro muy cerca de la paridad con el dólar.