La política tributaria de la Administración Rajoy dio un giro de 180 grados este 2015. Si en los primeros años de la legislatura había apostado por subir la presión fiscal a base de revisar al alza los tipos impositivos, el último ejercicio ha estado marcado por la aprobación de una reforma fiscal que ha reducido los gravámenes que soportan las empresas y los trabajadores.
Al contrario de lo que temían los más pesimistas, los recortes en IRPF y Sociedades no se han traducido en una caída de los ingresos fiscales. De hecho, los datos de ejecución presupuestaria para los tres primeros trimestres del año apuntan que Hacienda mejoró sus datos de recaudación un 5,9%.
Se cumple, por tanto, el llamado Efecto Laffer según el cual la rebaja de los tipos impositivos no implica necesariamente una caída de la recaudación.
Más ingresos por IVA, IRPF y Sociedades
En el IVA se observa un aumento significativo: una vez consideramos las devoluciones, vemos que la recaudación derivada de este impuesto creció un 6%. Si nos fijamos en el IRPF, vemos que los ingresos tributarios para enero-septiembre arrojan un aumento del 0,7%.
Por otro lado, en el Impuesto de Sociedades la subida es del 25,9%, con un "big bang" del 46% en la contribución de los grupos consolidados, capítulo en el que figura la mayoría de las grandes empresas españolas.