Octubre es una época de cambios. Con la llegada del otoño son muchos los objetivos que nos planteamos cumplir. Hacer deporte, comer sano…en resumidas cuentas, cuidar de la salud. Según el Barómetro Index Life 2015, elaborado por el Instituto de Prospectiva Internacional (IPI), el grupo Cofares y la agencia EFE, una de las principales preocupaciones de los españoles, es el deterioro del sistema sanitario público que puede provocar la crisis económica.
Ante esta situación, son muchos los que optan por contratar un seguro de Salud. Además, una de las principales razones para hacerlo es la rapidez y agilidad en la atención médica. Según el Barómetro de la Sanidad Privada 2015, elaborado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), el 77% de las personas que elegiría un seguro de Salud, lo haría por este motivo. Y es que la diferencia media de tiempo de espera entre la Seguridad Social y el seguro Médico en algunos casos es bastante significativa.
Por ejemplo, para una operación quirúrgica el paciente tendrá que esperar una media de 59 días menos por lo privado que por lo público (18 frente a 77), para una prueba diagnóstica la diferencia es de 34 días (41,8 frente 7,5) y de 12 para la obtención de los resultados (17,9 frente a 5,3). Otras ventajas que tiene este tipo de seguro son el confort de las instalaciones, el acceso directo a especialistas y la libre elección del médico.
Modalidades de seguros de Salud
Competir con el sistema público sanitario no es fácil, principalmente porque es gratuito. Para captar clientes, las aseguradoras ponen en el mercado una gran variedad de pólizas con diferentes coberturas y modos de contratación que están pensadas para adaptarse a las necesidades de cada uno, tanto sanitarias como económicas. Principalmente, se pueden distinguir 6 grupos de pólizas de salud: seguro de salud sin copago, con copago, baremado, de reembolso, sin hospitalización y seguro Dental.
Seguro médico sin copagos
El seguro médico sin copagos es uno de los más contratados. Sus características podrían compararse a las de una tarifa plana: con un pago único quedan cubiertos todos (o casi todos) los servicios ofrecidos. O dicho de otra forma, mediante el pago de una prima fija, que normalmente será mensual, se puede acceder todas las veces que sea necesario a los servicios médicos, sin que haya que hacer ningún pago adicional. Esto incluye consultas a médicos, pruebas diagnósticas, hospitalizaciones, etc. En ocasiones, puede haber alguna excepción, como por ejemplo, en el caso de las pólizas que incluyen limpiezas dentales, que suelen estar limitadas a una o dos al año.
Seguro médico con copagos
No sucede lo mismo con el seguro de Salud con copagos. La primera diferencia con los seguros sin copago es que, en este caso, la prima a pagar es mucho más baja. A cambio, el seguro no cubrirá todos los gastos médicos del asegurado, sino que cada vez que éste acuda a consulta o se realice alguna prueba, tendrá que pagar una cantidad de dinero. La ventaja que tiene esta modalidad de seguro es que se puede acceder a todo el cuadro médico de la aseguradora de la misma forma que si fuera un seguro sin copagos. Además de esto, la prima es más baja que en el caso anterior, a la vez que el precio a pagar por servicio es inferior al coste que realmente tendría de no tener contratado ningún seguro. Además, en algunas pólizas con copago pueden estar incluidas determinadas consultas al médico o pruebas.
Seguro médico baremado
Un tipo de seguro con características similares al de copago es el baremado. Ambos tienen en común que además del pago de una prima, es necesario pagar una cantidad adicional cada vez que se utilice un servicio médico. Sin embargo, el método de pago del seguro baremado actúa a la inversa que lo hace el de copago. En los baremados, la prima que se paga por suscripción es bastante inferior a la de los seguros con copago. Por el contrario, el precio por servicio (ya sea consulta, prueba, etc.) es mucho más elevado que el que habría que pagar si se tuviera contratada una póliza con copago. Además de esto, otra diferencia importante es que esta póliza no cuenta con periodos de carencia (tiempo que transcurre desde que se contrata la póliza hasta que se puede hacer uso de algunas coberturas) ni tampoco con exclusiones por motivos de sexo, edad, etc.
Seguro médico de reembolso
Para los que quieren optar por una opción más completa, pueden contratar un seguro con cuadro médico + reembolso, también llamado seguro mixto. Aunque es la opción más cara, también es la que más ventajas ofrece al asegurado. Con él tiene la posibilidad de acceder al cuadro médico de una compañía concreta, sin tener que pagar nada por ello (a excepción de la prima), y a la vez acudir a médicos o centros ajenos a ésta. En el caso de que el asegurado reciba alguna atención médica en un centro no asociado a su aseguradora, tendrá que pagar en el acto la visita médica, prueba, o cualquier otro servicio que haya utilizado, y su compañía aseguradora le devolverá, a posteriori, la cantidad abonada. No siempre se devuelve la totalidad del importe pagado, sino que éste puede oscilar entre el 70 y el 100%, dependiendo de lo que esté estipulado en el contrato de la póliza.
Dentro de esta modalidad, también existe la posibilidad de contratar sólo la opción de reembolso. Esto quiere decir que siempre que el asegurado acuda al médico, tendrá que pagar la visita (ya que no tendrá contratado ningún cuadro médico), y su aseguradora le reembolsará el importe que haya pagado. La forma y el porcentaje a devolver, se establece del mismo modo que sucede en el seguro de Salud mixto. Eso sí, en este caso, la prima a pagar suele ser un poco más reducida.
Seguro médico sin hospitalización
Una cuarta modalidad es la del seguro médico sin hospitalización. Al contrario de lo que sucede con la póliza anterior, ésta es una de las opciones más económicas. El motivo es que se excluyen las prestaciones más caras: hospitalización y cirugía. También puede suceder que algunas compañías ofrezcan con este seguro, una especie de copago sobre estas coberturas. De esta manera, si el usuario quiere disfrutar de ellas tendrá que pagarlas, pero asumiendo sólo una parte del coste total. Este seguro es un buen complemento a la Sanidad Pública ya que permite acceder tanto al cuadro médico de la compañía, como a las pruebas médicas, sin tener que esperar el tiempo que haría falta en la Seguridad Social.
Seguro Dental
El seguro Dental engloba todo lo relativo a la salud bucodental. El sistema público de salud apenas cubre algunos de estos tratamientos, por lo que acudir a la consulta de un dentista privado es algo que la mayoría de las personas ha tenido que hacer en alguna ocasión. A diferencia de los seguros de Salud generales, éste sólo puede contratarse bajo la modalidad del copago (a excepción de algunos servicios que no tienen copago como por ejemplo, limpiezas o extracciones). Como tal, a cambio de una prima mensual, los tratamientos a los que se someta el asegurado tendrán un coste mucho más reducido que si los pagara sin haber contratado ningún seguro. Esta póliza puede contratarse de manera independiente, o incluida en algunos seguros de salud generales.
Desventajas del seguro de Salud
Pero como todo, un seguro de Salud también tiene sus desventajas. Para el 53% de los españoles, la principal es su coste. Esto no sólo engloba el pago de la prima, sino que hay que tener en cuenta que si se acude a la consulta privada de un médico, los medicamentos que prescriba no llevarán receta, sino que tendrán que pagarse del propio bolsillo (aunque algunos seguros sí pueden cubrirlo). Por otro lado, es importante saber que los seguros cuentan con un periodo de carencia. Es decir, que dentro de sus prestaciones, hay determinadas coberturas que no se podrán disfrutar hasta que transcurra un tiempo determinado desde que se contrató el seguro. El mejor ejemplo es el embarazo. Para que el seguro cubra tanto los gastos ginecológicos como el parto, debe haberse contratado con una antelación de unos 10 meses, de lo contrario no se hará cargo de los gastos que genere (a no ser que exista algún riesgo). Del mismo modo sucede con las enfermedades preexistentes que el asegurado tenga. Para que sean cubiertas y no haya ningún tipo de problema, deberá comunicarlo antes de firmar el contrato de la póliza.
Antes de contratar un seguro de salud
A pesar de los contras que puedan tener las pólizas médicas según el Barómetro de la Sanidad Privada 2015, el 83% de sus usuarios lo recomendaría. Concretamente, los servicios de ingreso hospitalario, las pruebas diagnósticas y los servicios de urgencias. Sin embargo, contratar un seguro de Salud supone un gasto más que asumir mensualmente y que suele rondar los 50 euros al mes por persona asegurada. Por este motivo, según explica Fernando Summers, director de producto del comparador de Rastreator, "antes de contratar una póliza de Salud hay que comparar los distintos productos que se existen en el mercado. De esta forma, es posible conseguir el seguro que más se adecúa a las necesidades de cada persona, sin pagar por él más de lo necesario".