La Rioja, Madrid y Navarra son las tres comunidades donde más fácil es hacer negocios en España. Aragón y Galicia, las que complican más las cosas. Éstas son las conclusiones del índice Doing Business España 2015 que el Banco Mundial ha presentado este martes en Madrid, en la sede del Ministerio de Economía.
Éste es el primer año que se realiza este estudio a nivel nacional, comparando a las CCAA. En el plano internacional, es un clásico. El Banco Mundial lo publica desde hace un par de décadas y es un referente para medir cómo de fácil es hacer negocios en un país desde el punto de visa práctico. Hay otros rankings que se centran en cuestiones más generales y complicadas de cuantificar (eficacia de la justicia, corrupción de la administración, rigidez del mercado laboral, etc...).
Doing Business se concentra en temas que podrían parecer menores pero que dicen mucho sobre el clima empresarial: días necesarios para abrir una empresa (y para cerrarla), trámites burocráticos a los que se enfrentan los nuevos empresarios, costes para la puesta en marcha y desarrollo el proyecto,... En resumen, ¿es este país o región un sitio acogedor para los emprendedores o sus legisladores han convertido la tarea de abrir un negocio y crear empleo en un auténtico infierno? Y un recordatorio: existe una clarísima correlación entre la puntuación en este ranking y el índice de competitividad global.
Emprendedores
Desde hace años, "emprendedor" es una de las palabras de moda en nuestro país. No hay prácticamente ningún político (incluso los que proponen políticas más intervencionistas y más recelosos se muestran ante el mercado) que no la use de forma recurrente. Hay que "apoyar" a los emprendedores, hacerles las cosas fáciles, financiarles... Que no haya nadie que se quede sin poner en marcha una buena idea por complicaciones legales o trámites burocráticos. Luego, la puesta en práctica es más complicada.
Como vemos, Doing Business España 2015 refleja importantes diferencias entre las autonomías. No es un informe más. Sus resultados tienen su importancia en la vida real, en tres momentos: cuando un potencial empresario decide si abrir su negocio; cuando este empresario, decidido a abrirlo, se pregunta dónde instalarse; y cuando una empresa ya en marcha quiere abrir una nueva sede o planta y valora los posibles emplazamiento. Si una región o país no es competitivo, perderá muchas oportunidades.
Además, hay que tener en cuenta que en el caso de la competencia entre regiones, este tipo de cambios son más sencillos que entre países. Es decir, si una empresa española encuentra muchas dificultades con la legislación estatal, puede plantearse abrir en Francia o Alemania, pero no sería sencillo. Hay numerosas barreras que complicarían esta decisión. Pero si una empresa o un potencial emprendedor navarro (por poner un ejemplo) ve que en La Rioja o Aragón es más sencillo desarrollar la actividad empresarial, tendrá relativamente fácil que traslade su negocio o se domicilie apenas unos kilómetros más allá.
Los resultados
Lo primero que hay que destacar es que no hay ninguna autonomía que quede la primera o la última en los cuatro indicadores analizados: apertura de una empresa, obtención de los permisos de construcción, obtención de electricidad y registro de la propiedad. Estos son los cuatro subíndices que ha tomado el Banco Mundial para la clasificación nacional (en el informe internacional que publica cada año emplea más indicadores).
En la anterior tabla pueden verse tanto el ranking general como por subíndices. En este sentido, los responsables del estudio han recordado que si todas las CCAA aplicasen las mejores prácticas de sus vecinas, el índice a nivel nacional subiría varios puntos. Es decir, si en cada indicador, las regiones con peores puntuaciones replicaran a las autonomías más eficientes, la mejora para todos sería sustancial.
Por otro lado, también hay que destacar un dato significativo por lo negativo y que afecta a todo el país. El siguiente gráfico compara cómo lo hacen las regiones españolas (la mejor, peor y la media) con la media de la UE y con el 25% de países que mejor lo hacen en el Doing Business a nivel mundial. Pues bien, puede verse que en 3 de los 4 indicadores, ninguna región española llega siquiera a la media de la UE o al nivel del grupo de países más avanzados. Sólo La Rioja y sólo en un indicador supera, por poco, la frontera. Hay mucho trabajo por hacer.
Y un segundo apunte. El estudio se ha hecho tomando una ciudad como referencia para cada región: Madrid, Barcelona, Gijón, Vigo, Valencia,... Es decir, en la clasificación pesan tanto los trámites, costes o normativas autonómicos como los locales. Por lo tanto, dentro de la misma región podría haber ciudades que lo estén haciendo mucho mejor que la que se ha tomado como referencia para el informe. Porque además, en muchos de los trámites (permisos de construcción, licencia de actividad,...) las imposiciones municipales son mucho más onerosas que las autonómicas.
Los gráficos
Como en la mayoría de estos informes, lo más interesantes está en los datos y en la representación gráfica de los mismos. Las siguientes son las tablas más significativas de las presentadas este martes:
España, entre Polonia y Eslovenia
Abrir una empresa, lento y complicado
Los costes: de 0 a 600 euros
Los trámites, más de ocho meses...
Permisos de construcción: laberinto sin salida
Registro de la propiedad: caro y difícil
Costes de importación: más barreras
