Tres días es el tiempo que ha estado bloqueado el almacén que posee la cadena de supermercados DIA en Santiago de Compostela. Éste es el único centro logístico con el que la compañía abastece a toda la comunidad autónoma de Galicia. El motivo de este asedio no es otro que la crisis del sector lácteo, que se ha agravado en estas últimas semanas.
"Un gran número de ganaderos ha rodeado el almacén desde hace tres días y están impidiendo su funcionamiento de manera ilegal", explican fuentes de DIA a Libre Mercado. "Han amenazado a los trabajadores y han impedido la salida y la entrada a los camiones con amenazas y coacciones directas a los transportistas, que ante esta situación manifiestan su miedo a ser agredidos", añaden.
La empresa de supermercados relata que están teniendo "dificultades de abastecimieno" en los 234 supermercado de Galicia, 100 de los cuales pertenecen a franquiciados. Al estar bloqueado el único centro logístico que DIA posee en la comunidad autónoma, la empresa ha tenido que apoyarse en los almacenes más cercanos, el de Asturias y el de Valladolid, para nutrir a sus tiendas. "Pero hay productos que no llegan a las tiendas, como es el caso del fresco, que está siendo el principal perjudicado. Estamos totalmente paralizados", aseguran.
Según los cálculos de DIA, las pérdidas derivadas del paro forzado por los ganaderos se sitúan por encima de las 8 millones de euros hasta el momento.
La compañía cuenta también que realizó una denuncia formal pertinente para que la Administración interviniese en el conflicto, pero que no recibieron visita alguna de las autoridades. "Tanto los trabajadores de la compañía como el resto de empresas relacionadas con su cadena de valor están siendo sometidos a una violación reiterada de sus derechos y libertades", declaran.
Aunque ha sido el caso más grave, el bloqueo del almacén de DIA no ha sido el único que han llevado a cabo algunos ganaderos en Santiago de Compostela. En la mañana del pasado martes, cientos de ganaderos impidieron con sus tractores los accesos al centro comercial de As Cancelas, donde se encuentra el supermercado Carrefour
Preacuerdo en el sector lácteo
En medio de toda esta conflictividad, en la tarde de este jueves productores, industria y distribución han firmado un preacuerdo para resolver la crisis del sector. Desde hace semanas, los ganaderos habían intensificado sus protestas debido a que, en muchas ocasiones, los precios que perciben por la leche están por debajo del precio de coste.
El texto contempla entre otras medidas que se mejoren las relaciones comerciales entre distribución e industria y que esta mejora se traslade al sector productor. "La industria se compromete a trasladar a los ganaderos parte de las mejoras que obtenga de las mejoras comerciales con la distribución", ha explicado la ministra.
En virtud de este acuerdo, la distribución se compromete a dar valor a los productos lácteos y a no utilizarlos como reclamo, con el objetivo de que "no sean el gancho para atraer a los clientes sobre la base de tirar los precios a la baja", ha indicado la ministra. Además, adquiere el compromiso de trabajar en la identificación del origen de la leche y en que las relaciones comerciales "sean más a largo plazo", para que tanto los ganaderos como la industria puedan planificar la producción y las compras.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) no se han sumado a la firma.
Arrancan los camiones "con condiciones"
Tras conocerse la firma del preacuerdo, los ganaderos instalados en el almacén de DIA en Santiago de Compostela han permitido salir a los primeros camiones. Eso sí, vacíos.
"Pero con condiciones", dice la empresa, que todavía continúa "sufriendo el bloqueo ilegal de los ganaderos". Aseguran que ellos mismos son los que se encargan de revisar que los camiones estén vacíos, dejando únicamente salir un camión cada hora hasta un máximo de 12. DIA considera insuficiente esta concesión.
Consultados por este periódico, desde Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se desvinculan de este tipo de actos que consideran "violentos y radicales". Dicen que su único interés el luchar por un sector "que está en riesgo de desaparecer" y por "unas remuneraciones justas" a los ganaderos.