La superpoblación y violencia en las cárceles de Iberoamérica deja cada año miles de muertos. Estas prisiones están llenas en su mayoría de narcotraficantes. Además, las bajas condiciones sanitarias e insalubres son una característica que se repite prácticamente en todos los reclusorios de la zona.
Pero hay una cárcel en Venezuela que poco tiene que ver con la idea que tenemos de estos lugares. Es conocida como la cárcel de Tocorón, una especie de reclusorio VIP donde hay banco, restaurantes, discoteca, piscina, parque, habitaciones para familiares, estadio de béisbol y muchísimas comodidades que hacen sentir al reo casi mejor que estando en libertad.
En el Centro Penitenciario de Aragua, más conocido como Tocorón, los privilegios son la norma general. Ofrecen todo tipo de espacios lúdicos para los delincuentes, desde piscina hasta discoteca. Además, los familiares pueden pernoctar varias noches en sus instalaciones. Un absurdo que contrasta con la situación económica que vive el país y que demuestra la ineficiencia y privilegios para algunos ciudadanos del régimen de Maduro.
Una cadena de televisión latina ha emitido un reportaje en el que se puede apreciar que el nivel de vida de los reclusos, en su mayoría fuertes capos de la mafia, viven mejor que sus compatriotas que experimentan problemas de escasez de todo tipo de productos básicos.
Unos privilegios que parece que no son nuevos en las cárceles venezolanas. "Las discotecas en las cárceles siempre han existido, por lo menos desde que la revolución (1999) llegó aquí. Lamentablemente, es una perversión", aseguró la ministra para el Servicio Penitenciario de Venezuela, Iris Varela, tras la muerte de un preso en las cárceles, según recoge ABC.