El producto interior bruto (PIB) de Japón se contrajo en el segundo trimestre un 1,6% a ritmo anual ante el retroceso del consumo y las exportaciones, informó hoy el Gobierno. A su vez, la economía japonesa se redujo un 0,4% con respecto al trimestre anterior, según datos publicados por la Oficina del Gabinete.
Tras seis meses de crecimiento, el dato del PIB supone la primera contracción para la tercera economía mundial desde el tercer trimestre de 2014. En el trimestre abril-junio, el consumo, un pilar que compone prácticamente el 6% del PIB nipón, disminuyó un 0,8% en relación con enero-marzo.
A su vez, las exportaciones, otro componente de peso, sufrieron una fuerte caída del 4,4% en lo que supone un claro reflejo de la ralentización económica en China, principal socio comercial de Japón. Por su parte, la inversión de capital corporativo, una de las piezas que el actual Gobierno del primer ministro Shinzo Abe se ha propuesto activar para estimular la recuperación, retrocedió el 0,1%. La inversión pública, fortalecida por el programa de reforma económica del Ejecutivo, el llamado "Abenomics", se mantuvo en buen nivel y mostró un crecimiento intertrimestral del 2,6%.
Este primer bache desde la recesión técnica que Japón experimentó entre abril y septiembre de 2014, principalmente por los efectos de la subida del IVA, fue sin embargo bien digerido por la Bolsa de Tokio, donde se esperaba una contracción aún mayor. A la media hora de iniciarse la negociación, el selectivo Nikkei avanzaba 145,66 puntos, un 0,71%, hasta situarse en 20.665,11.
Las cifras, además, alimentan la esperanza de los inversores en que el Banco de Japón (BoJ) decida potenciar su actual programa de estímulo con medidas adicionales para fortalecer la marcha de la economía. El BoJ activó en abril de 2013 un programa masivo de compra de activos -la principal herramienta del "Abenomics"- con la idea de ampliar la base monetaria y dejar atrás casi dos décadas de deflación.