Si algún ingenuo pensaba que los okupas de Madrid renunciarían voluntariamente a los edificios privados que ya han asaltado en sustitución de los centros municipales que les va a ofrecer la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, se equivoca de principio a fin. El movimiento okupa no abandonará las propiedades okupadas.
Raúl, sanitario y okupa de La Traba de 27 años, explica la intención de este movimiento en una entrevista con El Mundo: "Si llega el Ayuntamiento y nos da una llave, seguramente la cogeríamos, pero no a cambio de renunciar al instituto que tenemos okupado". Y la razón es muy clara: "Nuestro objetivo principal es la usurpación de la propiedad privada y de los espacios vacíos".
Por otro lado, Raúl reconoce que "ya se nota el cambio en la ciudad" tras la llegada de Carmena al Ayuntamiento, y éste -por si había alguna duda- "ha sido absolutamente a mejor", añade. "Ahora se priorizan las necesidades sociales y eso, independientemente de quién gobierne, es positivo", aclara su camarada Gus, técnico de sonido de 39 años.
Otro compañero, Héctor, escenifica el citado cambio con el siguiente ejemplo: "La última vez que estuvimos en el pleno, cuando gobernaba Ana Botella, hubo cinco detenidos. Ahora, en el primer contacto que hemos tenido con el concejal de Vallecas, Paco Pérez, hasta nos pudimos sentar en las sillas rojas de los vocales". Todo un cambio, sin duda...