La popularidad de los sindicatos españoles está en mínimos. Desde el inicio de la crisis, CCOO y UGT, han perdido el 43,7% de sus afiliados, o lo que es lo mismo, 1,4 millones de personas han huido de estas organizaciones, según recoge el diario el Economista.
Así, de los 3,2 millones de asociados con los que contaban los sindicatos mayoritarios en el año 2008, sólo mantienen unos 1,8 millones a cierre del último ejercicio.
Este descenso de afiliación ha contribuido a que actualmente sólo el 10,1% de la población activa este asociada a CCOO o a UGT. Los salarios de la mayoría de estos empleados oscila entre los 12.000 y los 60.000 euros.
La caída de la afiliación ha supuesto una caída de los ingresos por cuotas de estas organizaciones. Así, mientras que en el año 2010 sus ingresos superaban los 270 millones de euros, ahora, están en los 212 millones.
A esta reducción de ingresos hay que sumarle la disminución de las subvenciones del Estado. En el año 2011, estas partidas le ingresaron 6,12 millones de euros a UGT y 6,38 millones a CCOO. Sin embargo, en 2014 se limitaron a 8,88 millones de euros a repartir.