Noviembre de 2014. Pedro Sánchez se cita con el diario El País en la Plaza Mayor de Madrid para cargar contra la "renta básica" que defendía por aquel entonces Podemos. A lo largo de la entrevista, el secretario general del PSOE denunció que la formación que lidera Pablo Iglesias hacía campaña "con propuestas que no son viables económicamente. ¿De dónde van a sacar ese dinero?".
A renglón seguido, el socialista apostaba por una versión light de esta polémica medida. Decía Sánchez que su partido estaba a favor de "extender la renta de inserción social" como manera de compaginar "la justicia social con el sostenimiento de las cuentas públicas". Esta afirmación pasó de puntillas por la actualidad política española, por lo que Ferraz se animó a seguir coqueteando con ella.
Así, el equipo económico que rodea al candidato socialista a la presidencia del gobierno lleva meses estudiando la manera de articular esta propuesta. A cargo del borrador que ha salido a la luz han estado Luz Rodríguez y María Luisa Carcedo, coordinadas por el secretario de Economía del PSOE, Manuel de la Rocha.
Cómo se financiará
Bajo el esquema que propone Pedro Sánchez, este nuevo programa de gasto público va a suponer a los Presupuestos del Estado 6.000 millones de euros. Según plantea Ferraz, la ayuda genérica de 426 euros a parados de larga duración se combinaría con subsidios adicionales que irían escalando según el número de hijos.
Frente a lo que afirmaba en noviembre de 2014, cuando preguntaba a Podemos cómo iba a financiar su propuesta de "renta básica", Sánchez no ha explicado qué medidas fiscales tomaría (subidas de impuestos o recortes de gasto) para aplicar esta medida sin comprometer la estabilidad presupuestaria.
Las cifras de pobreza
Además, el sucesor de Pérez Rubalcaba denunció en su presentación del programa que "casi 13 millones de personas sufren riesgo de pobreza o exclusión social" y apuntó que "uno de cada tres niños vive por debajo del umbral de la pobreza". No obstante, las medidas que ha anunciado Ferraz no aspiran a llegar a esos 13 millones de españoles a los que apela Sánchez, sino que hablan de alcanzar a 2 millones de personas.
Como ya ocurrió con Manuela Carmena, estamos ante un nuevo baile de cifras relacionado con la pobreza. Para darle legitimidad a sus cálculos, el PSOE ha hecho referencia al Instituto Nacional de Estadística a la hora de hablar de la situación de pobreza que justificaría estas medidas. Pero conviene matizar los distintos conceptos que registra dicho organismo a la hora de hablar de "privación material".
Así, en esta categoría entran familias que "no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días", "tienen retrasos en el pago de hipoteca o recibos", o "no pueden mantener su vivienda con una temporatura adecuada"... pero también hogares que "no pueden permitirse disponer de un automóvil", "no cuentan con un ordenador personal" o "no se van de vacaciones al menos una semana al año".
Ante la confusión que pueden generar estos criterios tan dispares, el INE busca establecer un reflejo más certero de la situación de pobreza en España a través de la "tasa de privación material severa". Este indicador agrupa a aquellos hogares en los que se dan al menos cuatro de los siete supuestos anteriores. En 2014, ascendía al 7,1% de la población.
- Entre 2005 y 2008, estas ayudas rebajaron la tasa de pobreza en 4,3 puntos porcentuales, frente al 17% de Suecia, 16,4% de Dinamarca, el 15,3% de Irlanda, el 12,7% de Alemania, el 11% de Reino Unido, el 10,7% de Alemania, el 10,5% de Países Bajos...
- Desde 2009 en adelante, la caída motivada por estos programas llegó al 8,4% en España frente al 23,9% de Irlanda, el 16,1% de Dinamarca, el 14% de Dinamarca, el 13,3% de Suecia...