La rebelión interna en Syriza comenzó con los díscolos pronunciamientos del ex ministro de Finanzas, Yanis Varufakis. Los parlamentarios más radicales se sumaron después: el pasado sábado, un 20% de los legisladores de la formación de izquierda radical se negaron a apoyar a Alexis Tsipras, haciendo que el primer ministro perdiese su mayoría parlamentaria.
La "rebelión" siguió creciendo en los días siguientes, con dimisiones y polémicas varias en el seno del gobierno griego. Sin embargo, el verdadero mazazo para el primer ministro ha llegado el mismo día en que el Parlamento debe votar las primeras medidas acordadas con los socios europeos.
El Comité Político da la espalda al gobierno
Como recogen los medios de comunicación del pequeño país mediterráneo, más de la mitad de los 201 miembros del Comité Político de Syriza han emitido una contundente declaración pública contra el acuerdo.
En concreto, han sido 107 dirigentes y altos cargos del partido que han suscrito un documento en la que se cuestiona abiertamente el pacto entre Grecia y la Eurozona. De hecho, la carta pide a los parlamentarios de Syriza que voten "no".
Pero hay más. Además de censurar la acción de gobierno, la carta pide una convención extraordinaria en la que, sin duda alguna, Syriza podría experimentar una auténtica "guerra civil".
Los griegos, a favor del acuerdo
Es importante señalar que la primera encuesta publicada tras la firma del acuerdo (NK/To Vima) muestra que el 70% de los ciudadanos helenos cree que el Parlamento debe votar a favor de las medidas pactadas por Tsipras con los socios europeos.
Estamos, por tanto, ante una situación de lo más rocambolesca: Tsipras defiende de manera súbita una opción favorecida por la mayoría de los griegos que él mismo cuestionaba hasta hace pocos días... y los dirigentes de su partido le están retirando su apoyo, por lo que la aprobación del paquete se deberá, ante todo, a los votos de las formaciones políticas tradicionales, como Nueva Democracia o el PASOK.