El Eurogrupo ha rechazado la propuesta de Grecia de extender el programa de rescate para acomodar el calendario al referéndum propuesto esta pasada madrugada por el primer ministro Alexis Tsipras.
Tal y como ha explicado Libre Mercado en su "minuto a minuto" de la crisis helena, la oposición al planteamiento de Syriza ha sido generalizada: los ministros de España, Irlanda, Austria, Alemania, Holanda, Bélgica, Finlandia, o Eslovaquia ya avanzaban antes de la reunión que la posibilidad de un acuerdo era casi nula.
Finalmente, la oposición a Grecia fue tal que solamente su representante, Yanis Varufakis, defendió la tesis de prorrogar el rescate. La total falta de acuerdo explica que, tras un receso, el Eurogrupo continuase su reunión sin contar con el ministro de Finanzas de Syriza.
Grecia, fuera
De acuerdo con el corresponsal Stefan Leifert, de la ZDF, la tarde del sábado también ha estado marcado por encuentros bilaterales como el que ya han mantenido representantes griegos con el Banco Central Europeo o el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, con la mandamás del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
¿Cuál ha sido el resultado? El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha comparecido ante los medios para explicar que los países integrados en la moneda única están "firmemente comprometidos con el euro", por lo que harán "todo lo posible" para mantener la estabilidad económica en el Viejo Continente.
Todo apunta a que el "plan B" del Eurogrupo contempla las siguientes líneas maestras:
- En primer lugar, los líderes comunitarios quieren evitar cualquier "contagio". Por esto, se insistirá en que tanto el Banco Central Europeo como el fondo de rescate están preparados para responder a cualquier vaivén en los mercados. Más que acciones concretas, la clave radica en el mensaje de fortaleza que quiere desplegar el Eurogrupo.
- En segundo lugar, la negativa de Grecia a firmar una prórroga del rescate obliga a plantear qué ocurrirá con el sistema financiero del país heleno. Si el BCE retira la línea de liquidez que ha habilitado para responder a la fuga de depósitos, podría decretarse un cierre temporal de las entidades ("vacación bancaria") o, por el contrario, se aprobarían controles de capitales ("corralito").
Dijssebloem y Varufakis, ante los medios
A Dijsselbloem se le preguntó por el escenario en el que entrará el país heleno a partir del martes. Al respecto, apuntó que esa pregunta "debe dirigirse al gobierno de Grecia". Por otro lado, señaló que "si el gobierno de Grecia no cumple con sus obligaciones, será su responsabilidad. Europa ha sido generosa, aportando condiciones muy favorables y movilizando muchos recursos para el rescate".
Por su parte, Yanis Varufakis se ha citado con la prensa para culpar a los demás gobiernos de "intentar llevar a Grecia al acuerdo anterior". En su opinión, lo ocurrido "daña, quizá permanentemente, la credibilidad del Eurogrupo".
Reacciones de Alemania, Francia y España
El gobierno de Francia ha querido rebajar la tensión y ha declarado que está "dispuesto" a retomar el diálogo con Grecia, "siempre que el objetivo sea alcanzar un acuerdo global y duradero". Así lo ha afirmado su ministro de Finanzas, Michel Sapin.
En nombre del Ejecutivo de España, el ministro de Economía, Luis de Guindos, recordó que "Grecia está en la zona euro" ya que "nadie ha expulsado" al país heleno de la moneda única. No obstante, ha insistido en que la clave es la fortaleza de la Eurozona, en línea con las nuevas prioridades que se han fijado en la segunda reunión del día, ya con Varufakis fuera de juego.
La estrategia del BCE
¿Qué hay del Banco Central Europeo? A tenor de la reunión celebrada el domingo 28 de junio, la estrategia de Draghi podría ser la siguiente:
- El ELA, la línea urgente de liquidez, ha sido congelado en niveles del pasado viernes. Esta situación obliga al gobierno a asumir el riesgo de quiebra por insolvencia que tienen los bancos helenos.
- Ante semejante panorama, las autoridades financieras griegas tendrán que plantearse la posibilidad de una "vacación bancaria" y un "corralito".
- Si el referéndum se celebra el próximo domingo, este escenario resultaría perjudicial para Syriza, pues los riesgos que acarrea la salida del euro se harían más visibles que nunca.
- El "cierre de sucursales" y los "controles de capitales" servirían, por tanto, para evitar la quiebra del país heleno y mostrar a los votantes la realidad de una Grecia fuera de la Eurozona.
- Una derrota en las urnas permitiría zanjar la crisis abierta por Tsipras, siempre y cuando los acreedores reabriesen la posibilidad del rescate. De momento, la estrategia es negar que eso sea posible y dejar al país heleno en el alambre, al menos hasta la polémica consulta. Lo que está claro es que el BCE desea ese escenario, a tenor de lo anunciado hoy.