Hace ahora cuatro décadas, el economista Arthur Okun publicó un influyente libro titulado "Igualdad y Eficiencia". El paso del tiempo no ha hecho que pierda relevancia: de hecho, cada vez se publican más informes sobre la importancia de luchar "contra la desigualdad salarial", lo que nos invita a ponderar el impacto que tienen dichas medidas en cuestión de crecimiento y creación de riqueza.
Como explica Kevin Hassett en National Review, "a mucha gente de izquierdas se le olvida que aumentar el gasto público tiene una serie de costes. Lamentablemente, no podemos observar de manera directa si un país hubiese sido más o menos rico en el caso de haber aplicado más o menos medidas igualitarias. No obstante, lo que sí podemos hacer es comparar lo que ha ocurrido en unos y otros países a lo largo de la presente crisis económica".
Para hacer este cálculo, Hassett se ha centrado en el periodo que va de 2008 y 2013. El economista estadounidense ha acudido a dos variables. En el eje vertical de la gráfica que resume su trabajo se puede ver el grado de igualdad salarial que registraba cada uno de los 47 países analizados en 2008. En el eje horizontal se muestra la evolución de la renta per cápita en dichas nacionales a lo largo del periodo que va de 2008 a 2013.
El resultado salta a la vista: allí donde se daba en 2008 una sociedad más igualitaria, el ritmo de crecimiento de la renta per cápita ha sido más modesto. ¿Qué quiere decir esto? En esencia, confirma lo que ya apuntaba Arthur Okun hace cuarenta años: que la apuesta por una sociedad con mayor igualdad supone una serie de sacrificios, como sería en este caso un menor ritmo de crecimiento de la renta per cápita de los ciudadanos.